La cita con el cine nacional se hace cada vez más habitual. En el marco de este ciclo, este martes 30 de agosto, a las 21.30, en el Teatro Oficial Juan de Vera, se proyectará con acceso gratuito el laureado filme “Ni Dios, ni patrón, ni marido” de la directora española Laura Maña con Eugenia Tobal y Daniel Fanego
Siguiendo con el Ciclo de Cine Nacional proyectado por el Instituto de Cultura de Corrientes, el cierre del mes será con una comentada producción nacional ambientada en el Buenos Aires de finales de siglo XIX. La película tiene la gran ventaja de poseer además a un elenco de figuras importantes: Daniel Fanego, Laura Novoa, Jorge Marrale y el eminente Ulises Dumont, en una de sus últimas apariciones en el cine nacional.
Desde un reconstruido 1896, la película narra los hechos que culminaron en la creación de “La voz de la mujer”, el primer y único periódico anarco feminista rioplatense, desde el cual un grupo de pioneras bregaba por el amor libre, la igualdad de derechos y el fin de toda dominación cuando aún no despuntaba el siglo XX.
En ese contexto de época, Virgina Bolten, una conocida anarquista de 30 años, llega a Buenos Aires en donde se encuentra con su amiga Matilde que junto a otras mujeres está trabajando en la hilandería de Genaro Volpon, bajo las penosas condiciones de la época.
Matilde, Filomena, Rosalía y otras operarias de la hilandería se reúnen en torno a Virginia para llevar a cabo un viejo proyecto de ésta: editar un periódico que denuncie la doble explotación a la que es sometida la mujer del siglo XIX, por su condición de clase y su género. Deciden llamarlo "La voz de la mujer".
Cuando Lucía Boldoni, Prima Donna de la lírica nacional, se entera de la existencia de ese grupo de mujeres que practican, de alguna manera, una militancia feminista, se interesa por él y decide concurrir al baile ocultando su verdadera identidad.
Eugenia Tobal interpreta a la anarquista uruguaya Bolten, quien se convertirá en una activista por los derechos de la mujer en una Buenos Aires de la segunda mitad del siglo XIX, embrollada. Ella, con la ayuda de tres obreras de una fábrica textil, iniciará el medio gráfico que intenta concientizar a trabajadoras y mujeres de todas las clases sociales sobre el sometimiento y la explotación de género. Esta acción revolucionaria será la causante de los problemas con la policía, con los propietarios de la fábrica y con los hombres en general.
Por otro lado, la película abre otra historia, la de Lucía Boldoni, el personaje de Esther Goris, cantante de ópera y novia de un senador (Daniel Fanego) pero a su vez pretendida por Federico (Joaquín Furriel), el joven sobrino del jefe de la fábrica textil. Este triángulo amoroso y el paulatino interés de Lucía por la causa de las obreras -siendo ella parte de un mundo pequeño burgués rioplatense- será uno de los conflictos que desarrollará el filme de Laura Maña.
Esta línea argumental gana protagonismo por sobre la de Virginia en varias escenas, muchas de ella para lucimiento personal de la Goris. La idea de llegar al público con la historia de esta activista política es interesante; la vida y la lucha de ella lo fueron.
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