viernes, 5 de agosto de 2011

Dos Santos se suma a la campaña de la OPS/OMS en la semana de la lactancia materna

Del 1º al 7 de agosto de cada año se celebra la Semana de la Lactancia Materna, por tal motivo el Senador David Dos Santos, quien ha demostrado su interés y preocupación en la materia presentando el año pasado un proyecto, que ya es Ley, por el que se Promueve, Protege y Apoya la Lactancia Materna, quiere sumarse a la OPS/OMS con la difusión de las recomendaciones para una lactancia materna feliz.

Dicho proyecto fue aprobado en la 22º sesión ordinaria de la Honorable Cámara de Diputados de la provincia de Corrientes, el 18 de agosto de año pasado; una vez finalizadas las reformas del Hospital Vidal empezará a funcionar en la provincia el primer Banco de Leche Materna, el mismo beneficiaría a los niños desde el nacimiento hasta los meses en el caso de madres con HIV, enfermedades infecto contagiosas transmisibles por la leche materna o alguna patología que demuestre ser contradictoria con la lactancia y el amamantamiento.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) hace un llamamiento a los hospitales y establecimientos sanitarios a garantizar que todas las madres y lactantes a los que asisten gocen de los beneficios plenos del amamantamiento. La OMS recomienda vivamente la lactancia exclusivamente materna durante los primeros seis meses de vida. Después debe complementarse con otros alimentos hasta los dos años. Además, debe comenzar en la primera hora de vida; debe hacerse "a demanda", es decir, con la frecuencia que quiera el niño, tanto de día como de noche, y deben evitarse los biberones y chupetes.

Beneficios para la salud del lactante. La leche materna es ideal para los recién nacidos y lactantes, pues les aporta todos los nutrientes que necesitan para un desarrollo sano. Además es inocua y contiene anticuerpos que ayudan a proteger al lactante de enfermedades frecuentes como la diarrea y la neumonía, que son las dos causas principales de mortalidad infantil en todo el mundo. La leche materna es fácil de conseguir y asequible, lo cual ayuda a garantizar que el lactante tenga suficiente alimento.

La lactancia materna también beneficia a la madre. La lactancia exclusivamente materna suele producir amenorrea, que es un método natural (aunque no totalmente seguro) de control de la natalidad. Reduce el riesgo de cáncer de mama y ovario en fases posteriores de la vida, ayuda a la madre a recuperar más rápidamente su peso anterior al embarazo y reduce las tasas de obesidad

Además de los beneficios inmediatos para el niño, la lactancia materna contribuye a mantener una buena salud durante toda la vida. Los adultos que de pequeños tuvieron lactancia materna suelen tener una tensión arterial más baja, menos colesterol y menores tasas de sobrepeso, obesidad y diabetes de tipo 2. También hay datos que indican que las personas que tuvieron lactancia materna obtienen mejores resultados en las pruebas de inteligencia.

La leche artificial no contiene los anticuerpos presentes en la leche materna y conlleva riesgos como las enfermedades transmitidas por el agua utilizada para reconstituir la leche (muchas familias no tienen acceso a agua salubre). Una dilución excesiva con el fin de ahorrar puede acabar produciendo malnutrición. Por otro lado, las tomas frecuentes mantienen la producción de leche materna y, en caso de que se utilice leche artificial pero esta deje de estar disponible, puede resultar imposible volver a la lactancia materna debido a la disminución de la producción materna.

En mujeres infectadas por el VIH, la OMS recomienda la lactancia exclusivamente materna durante los primeros seis meses, a no ser que la lactancia artificial sea: socialmente aceptada; viable (existan instalaciones y ayuda para preparar la leche artificial); asequible (se pueda comprar la cantidad de leche artificial necesaria para 6 meses); sostenible (durante seis meses), y segura (la leche artificial se prepare en condiciones higiénicas y con agua salubre).

La Asamblea de la Salud aprobó en 1981 un código internacional que ayuda a regular la comercialización de sucedáneos de la leche materna, pero hasta ahora su adopción por los países ha sido escasa. En el código se estipula que: las etiquetas y demás información sobre todas las leches artificiales dejen claros los beneficios de la lactancia materna y los riesgos para la salud que conllevan los sucedáneos; no haya actividades de promoción de los sucedáneos de la leche materna; no se ofrezcan muestras gratuitas de los sucedáneos a las embarazadas, a las madres ni a las familias, y no se distribuyan los sucedáneos de forma gratuita o subsidiada entre los trabajadores sanitarios ni en los centros sanitarios.

La OMS recomienda que todas las mujeres tengan derecho a una baja maternal de 16 semanas como mínimo, para que puedan descansar y amamantar a sus hijos. Muchas mujeres que vuelven al trabajo tienen que suspender la lactancia exclusivamente materna por falta de tiempo o de instalaciones adecuadas para amamantar o extraerse y recoger la leche en el trabajo. Las madres necesitan tener en su trabajo o cerca de él un lugar seguro, limpio y privado para que puedan seguir amamantando a sus hijos.

La lactancia materna requiere aprendizaje y muchas mujeres tienen dificultades al principio. Son frecuentes el dolor en el pezón y el temor a que la leche no sea suficiente para mantener al niño. Para fomentarla, hay centros sanitarios que prestan apoyo a la lactancia materna poniendo asesores cualificados a disposición de las madres. Gracias a una iniciativa de la OMS y el UNICEF, en la actualidad hay en 152 países más de 20 000 centros "amigos de los niños" que prestan ese apoyo y contribuyen a mejorar la atención a las madres y a los recién nacidos.

Para cubrir las necesidades crecientes de los niños a partir de los seis meses se deben introducir nuevos alimentos sin interrumpir la lactancia materna. Los alimentos para los niños pequeños pueden ser preparados especialmente para ellos o basarse en la alimentación familiar con algunas modificaciones. La OMS destaca que: la lactancia materna no debe reducirse al comenzar a introducir alimentos complementarios; los alimentos complementarios deben administrarse con cuchara o taza, y no con biberón; los alimentos deben ser inocuos y estar disponibles a nivel local, y es necesario bastante tiempo para que los niños pequeños aprendan a comer alimentos sólidos.

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