Desde la Secretaría Ejecutiva del Consejo Provincial de Seguridad Vial dieron a conocer este martes un informe en el que consideran necesario prestar atención a diversas recomendaciones para quienes peregrinen hacia la Basílica de Itatí, tanto a pie, a caballo, en bicicleta o en carro.
El mencionado informe señala que “cada vez son más los peregrinos que transitan a pié el camino hasta la Basílica; por ello, es necesario que lo hagan en dirección contraria al tránsito en los tramos de ruta. Esto obedece al hecho de que no existe zona destinada para peatones. Para poder ser visto por los vehículos una vez que no haya luz de día, deberán llevar un brazalete retroreflectivos y ropa clara, preferentemente blanca. También botiquín y ropa de abrigo y de lluvia. Tener los números de teléfonos de urgencia, como ser 911, 107, etcétera”.
Agrega que “los que lo hacen a caballo tienen que saber que debe primar la seguridad del binomio Jinete – Caballo. El caballo es un vehículo más, por lo tanto debe ajustarse a las normas de circulación establecidas en ese caso. Se adhiere a las normas de seguridad del apartado anterior. Además deben llevar: Kit de primeros auxilios jinete-caballo y kit de herrajes. Nunca galopar en asfalto. Mantener la distancia entre los caballos (mínima 1,50 metros). El caballo debe portar, al menos en sus extremidades exteriores – hacia la vía – bandas reflactantes, todo ello con el fin de indicar a los vehículos de su presencia”.
Asimismo, se establece que “cuando el peregrino recorre en bicicleta o en carro, debe no sólo utilizar el chaleco o brazalete descripto sino también el vehículo en el que circula debe poseer luz blanca hacia delante y roja hacia atrás. Como todo vehículo deberá señalizar todo cambio de dirección”.
Normas básicas
El Consejo Provincial de Seguridad Vial también recuerda normas básicas como ser: informar bien del itinerario escogido y de los horarios previstos antes de la salida de la excursión; tener solidaridad, ayuda mutua y respeto hacia todos los peregrinos, precaución y prudencia, consideración por la naturaleza y respeto hacia las propiedades privadas, respeto por las normas de tránsito, utilizar la vestimenta adecuada (ajustada y de tonos vivos) y prever todo lo relativo a posibles averías o reparaciones. Una revisión completa antes de la salida evitará disgustos.
Vestimenta y equipaje
En tanto, indican que “la elección de la mochila es uno de los puntos clave: debe ser del tipo anatómico, con sujeción a las caderas, de unos 40 litros de capacidad y con compartimientos numerosos para no tener que deshacerla por completo cada vez que se quiere sacar algo. Los elementos más pesados se colocan más cerca de la espalda; el saco de dormir, la esterilla y la capa de lluvia, en un compartimiento inferior externo, y la documentación muy a mano. El límite de peso que se puede cargar en la mochila suele establecerse en un 10% de nuestro peso: en todo caso, no más de 8 kilos para mujeres y 10 kilos para hombres”.
Agregan que “el calzado también es una elección fundamental. En invierno lo ideal es llevar botas de trekking, de caña media, que sujeten el tobillo. Es importante no estrenarlas en el camino y haber entrenado con ellas en casa. Además de la ropa adecuada para la temporada, debe contarse con incluir en el equipaje un botiquín de primeros auxilios básico, especialmente centrado en el cuidado de los pies. La bicicleta permite añadir alforjas, pero también implica cargar con llaves, bomba de aire y utensilios de limpieza del vehículo, entre otros. Los jinetes tendrán que contar además con los implementos del caballo y su botiquín de salud e higiene”.
Etapas
Se sugiere que “el ritmo de la caminata debe ser el natural para la edad y capacidad física, nunca forzado por seguir a otros compañeros o por llegar más rápido. Tras comenzar suavemente, se llega a un nivel de marcha regular y rítmica, que debería interrumpirse por lo menos durante unos diez minutos cada hora. Cuando se note una incomodidad en el pie, algo que roza, o lo que sea, hay que parar inmediatamente para intentar poner remedio”.
Alimentación
Indican que “se puede llevar alimentos ricos en azúcar, como frutos secos, chocolate, caramelos, pan y bebida en la mochila. La comida más fuerte debe ser la cena, rica en proteínas, una vez finalizada la etapa. Es muy importante hacer una buena ingestión de líquidos, para suplir carencias posteriores, o llevar una botella de agua o bebida energética –buena para prevenir deshidratación y dolores musculares- si se prevé que no la habrá en los próximos 15 kilómetros”.
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