Suman 71 los casos confirmados de leishmaniasis, el último fue detectado en la calle Brasil al 1000. El equipo de trabajo del Ministerio de Salud Pública realiza trabajos de bloqueo y muestreo. Desde la Dirección de Epidemiología remarcaron la importancia del cuidado de las mascotas y de denunciar los casos para evitar se propague la enfermedad.
El frio no da treguas, por eso hoy un equipo de la Cartera Sanitaria Provincial continuaba con las tareas de bloqueo ante la aparición de nuevos casos de leishmaniasis visceral canina. En la Capital ascienden a 71 casos, los trabajos se realizaron hoy en el Barrio Concepción y entre mañana y el jueves continúan en el Barrio Libertad.
“En realidad lo que está pasando es lo predecible, la enfermedad va a seguir en aumento. Porque es una enfermedad de tipo crónica, lo que pasa es que todos los animales que fueron picados por el vector que transmite esta enfermedad en enero hasta abril están empezando a aparecer ahora”, detalló Alexis Burna Jefe del Programa de Leishmaniasis Visceral Canina de la Provincia.
Explicó que justamente por eso pasa lo contrario “en este momento es cuando van a comenzar a aparecer las manifestaciones de aquellos animales que fueron picados en esa época. Lo más probable es que en los meses de octubre y noviembre seguramente vamos a tener como una meseta de la enfermedad”.
En relación a la aparición de los nuevos casos señaló “ahora estaríamos de vuelta con una explosión de ocupas del vector, esta temperatura no ayuda para esta enfermedad”. “El problema radica en que ese animal es portador de la enfermedad y una potencial fuente de infección para otros canes y para incluso el ser humano, si bien hay una menor incidencia en los seres humanos, puede llegar a contagiar al mismo”, indicó.
Continuó explicando que hay que entender que “es una enfermedad de denuncia obligatoria, porque tanto Salud Pública como la Municipalidad tienen la posibilidad de saber donde están los focos y poder actuar contra el vector. Si uno oculta el caso, lo que está haciendo es ocultar información que es para beneficio de la comunidad”.
En relación al sacrificio del animal con leishmaniosis manifestó, “lo que se sabe hasta el momento es que no existe una cura definitiva. El animal queda clínicamente, aparentemente sano pero sigue conviviendo con el parásito y sigue viviendo con esa enfermedad, que a la larga trae problemas en otros órganos, puede pasar uno o dos años hasta que empieza a manifestar la enfermedad, pero sí seguramente termina con una falla renal por el tipo de patología que es”.
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