El Comité de Naciones Unidas para la Infancia advirtió este sábado que debido al hambre que se vive en Haití, la escasez de agua y la malas condiciones sanitarias, la mortalidad infantil podría aumentar considerablemente en los próximos meses, por lo que anunciaron que duplicará sus esfuerzos para evitar la desnutrición en los miles de niños que quedaron sin hogar
"Se espera que la predominante desnutrición aguda aumente en los próximos meses debido a la situación de los desplazados, a la llegada de la época de lluvias y a la posterior época de sequía", indicó Unicef en su informe sobre la situación de Haití.
Aunado a la desgracia que dejó por lo menos 230 mil muertos y más de un millón de damnificados, la venidera temporada de lluvias aumentaría también considerablemente las tasas de mortalidad infantil debido a posibles brotes de enfermedades como la diarrea, el dengue y la malaria, "las mayores causas de muerte de los niños en el país caribeño", señala el documento, titulado "Infancia en Haití, un mes después".
Antes del sismo de 7,3 en la escala abierta de Richter del pasado mes de enero, los niveles de desnutrición en Haití eran alarmantes. Uno de cada tres niños padecía de malnutrición crónica y uno de cada veinte de desnutrición aguda.
"Los análisis preliminares indican que se tendrá que duplicar el número de intervenciones en materia nutricional para cubrir las necesidades actuales", señaló la organización, cuyos cálculos muestran que unos cinco mil niños, menores de cinco años, sufren desnutrición aguda.
El comité de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) destacó además que las deficientes condiciones sanitarias en las que viven actualmente los haitianos aumentan los riesgos de deshidratación y de mortalidad por enfermedades ligadas a la mala calidad del agua.
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