domingo, 21 de febrero de 2010

TERAPIA ORTHOMOLECULAR (PARTE II)

DELICIA INES ESCOBAR
Licenciada en kinesiología y fisiatría; Terapeuta K-TAPING; Integrante de la Sociedad Panamericana; de Flebología y Linfología

La terapia orthomolecular consiste en un conjunto de tratamientos que desde el interior y el exterior del organismo tratan de neutralizar los radicales libres, que como se informo en la primera parte, desde los treinta (30) años de edad, aproximadamente, el organismo va perdiendo la capacidad de mantener el equilibrio entre los sistemas de oxidación y antioxidación, aumentando los radicales libres que son los precursores del envejecimiento prematuro, y de enfermedades inflamatorias y degenerativas.  
Ese conjunto de tratamientos abarca desde una dieta basada en antioxidantes, vitaminas, proteínas, minerales, hidratos de carbono complejos y ácidos grasos esenciales, hasta la incorporación de fórmulas magistrales, para cada necesidad, siendo esta la terapia interna. Desde el exterior se realizan tratamientos con aparatología, técnicas y productos de última generación, que trabajan sobre las siguientes estructuras: piel, subcutáneo, fascia, músculos y articulaciones.

Esta terapia tiene como objetivos:
El equilibrio y la armonía de todos los sistemas.
Combatir los radicales libres.
Frenar el envejecimiento y la degeneración de las estructuras.
Prevenir enfermedades.
Estimular el sistema inmunológico.
Elevar la longevidad.
Estimular y acelerar la pérdida de peso corporal.
Evitar la perdida de masa muscular, aumentando la resistencia física y la recuperación muscular.
Mejorar la circulación y la acumulación de macromoléculas.
Prevenir y mejorar el aspecto de la celulitis, las varices y ulceras.
Disminuir la transmisión del dolor.

En la práctica orthomolecular, antes de iniciar el tratamiento propiamente dicho, se realiza la evaluación funcional, que tiene como fin evaluar en el paciente la interacción metabólica, en y entre los subsistemas que componen el organismo. Es un procedimiento rápido, práctico, no invasivo que permite identificar los desequilibrios.

Para concluir, la terapia ortomelocular comprende una evaluación funcional que detecta los desequilibrios, y un protocolo de tratamiento basado en la evaluación, y que abarca tanto una terapéutica a nivel interno como externo del organismo, para restablecer el equilibrio (homeostasis), y que es propio para cada paciente. Tiene una duración de tres a cuatro meses dependiendo del paciente y del estado en que se encuentre.

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