domingo, 21 de febrero de 2010

Cambios en el nivel medio / Lo positivo y lo criticable de la nueva secundaria

Radiografía de una reforma que tardará en mostrar resultados.
Raquel San Martín
LA NACION
¿Cuán "nueva" será la "nueva secundaria"? ¿Qué cambios encontrarán alumnos y padres dentro de una semana, cuando ?acuerdos salariales mediante? empiecen las clases en el nivel medio de todo el país?


Probablemente, ninguno todavía y ése es, aunque suene paradójico, uno de los rasgos positivos que encuentran quienes analizan las reformas en el secundario que el Gobierno presentó hace pocos días. Es, dicen, un conjunto lento y gradual de cambios, que tiene el valor de haber puesto sobre la mesa, por primera vez en años, la "crisis de la escuela media", siempre repetida y nunca atacada a fondo.

La Nacion consultó a varios especialistas en educación, que trabajan el tema del nivel medio, y les pidió que señalaran lo positivo y lo cuestionable de los cambios que impulsa el Ministerio de Educación.

En general, los expertos resaltaron el valor de poner a la escuela como centro de los cambios y darle autonomía para llevarlos adelante según sus necesidades, pero también alertaron sobre otros aspectos. Por ejemplo, poner demasiadas expectativas en el papel de los tutores, la necesidad de reformular la tarea docente, de cambiar la modalidad de las 14 materias y de aclarar quién será responsable por instrumentar cada cambio. ¿Será el Ministerio de Educación nacional? ¿Serán los gobiernos provinciales? En ese caso, ¿hay equipos técnicos en todas las jurisdicciones para lograrlo?

Según se informó, la reforma intentará unificar criterios de títulos y programas en todo el país; volver al título de bachiller; asegurar lengua, matemática e idioma extranjero en todos los niveles; garantizar formas flexibles de cursada, tutorías y apoyo escolar para chicos con dificultades, e instalar la modalidad de que las escuelas diseñen sus planes de mejora para reducir el abandono y la repitencia, los males mayores en el nivel medio.

Prioridad en la agenda

"La reforma tiene el valor de poner los temas sobre la mesa y sincerar la discusión", apuntó Gustavo Iaies, presidente de la Fundación CEPP, en términos similares a los de sus colegas, que resaltaron también el valor de haberlo planteado públicamente como una serie de transformaciones graduales y no otra reforma que viene a dar vuelta lo conocido.

"Está bien plantearlo así, porque el cambio es lento y debe apuntar a una transformación de la filosofía de la escuela, para pasar de una idea de escuela para algunos a escuela para todos. Hay que cambiar el código genético de la escuela secundaria", estimó Claudia Romero, directora del área de Educación de la Universidad Di Tella, quien aseguró: "Probablemente, lleve un par de años ver los cambios".

Dar a la escuela la tarea de autoevaluarse y planificar sus mejoras fue también resaltado como positivo. "La intención es que cada escuela vea dónde está y acompañarla para mejorar, no como un control eficientista o una amenaza, sino para pensar estrategias posibles", dijo Inés Dussel, investigadora de Flacso y directora de Sangari Argentina.

Mosaico de materias
Una de las advertencias de los especialistas es que se enuncia una reforma curricular, pero no se dan señales de con qué dirección se llevaría a cabo, e incluso se habla de sumar materias y contenidos.

"Una escuela de 14 materias no da sus frutos, y hay que pensar en materias con programas menos enciclopédicos", apuntó Silvina Gvirtz, investigadora del Conicet y directora de la maestría en Educación de la Universidad de San Andrés.

En ese sentido, hablaron de la necesidad de revisar la estructura del trabajo docente, tan fragmentado en las escuelas. "Si hay decisión política de bajar la cantidad de materias y reconvertir a los profesores, puede haber buenos resultados", dijo Iaies. "Si un rector no puede tocar el currículum ni cambiar el régimen disciplinario ni tocar el reglamento para contratar profesores y sólo recibe plata para poner tutores, poco va a cambiar", estimó.

"Me preocupa que, si bien está nombrado en los documentos oficiales, no hay acuerdos fuertes con las provincias para cambiar la inserción de los docentes en las escuelas. No se pueden hacer cambios si no se forman equipos de docentes con estabilidad", dijo Guillermina Tiramonti, investigadora del área de Educación de Flacso.

Tutores salvadores
"Los tutores aparecen en la reforma como figuras novedosas, aunque en varias escuelas ya existen. El riesgo es que se pongan demasiadas expectativas en un rol que no va a recaer en superhombres, sino en profesores del colegio que ya están y a los que se van a asignar horas para esa tarea", alertó Romero.

La escuela, en el centro
Los planes de mejora por escuela fueron bienvenidos, pero con algunas reservas. "Está probado que las escuelas cambian cuando tienen autonomía para hacerlo. El riesgo es la burocratización. Para que esto no ocurra, se requiere asesoramiento y apoyo técnico a las escuelas, y supervisión y control de que cumplen con sus compromisos por los cuales reciben recursos", dijo Romero. "La idea es que esto funcione en todo el país, no sólo en capital. Me pregunto si hay equipos técnicos en todas las provincias para hacerlo", analizó.

Horas de clase
"Me preocupa que no se hable de jornada completa. Se dice que se van a incluir nuevos contenidos y la pregunta es en qué tiempo se va a hacer, a qué se le va a sacar horas para, por ejemplo, dar educación sexual o lucha contra las drogas. La falta de una política concreta para extender la jornada es un problema", expresó Gvirtz.

Responsabilidades
¿Quién será responsable por implementar los cambios? ¿Serán las provincias las que deban iniciar sus cambios curriculares, reconvertir profesores, entrenar tutores, o eso correrá por cuenta del gobierno nacional? "Hay que ver, todavía, el armado federal del asunto", dijo Iaies. Para Gvirtz, estos cambios "deberían ser política de Estado, y eso requiere involucrar a otros actores sociales, que quedan cuando los gobiernos terminan".

¿Una escuela para pobres?
Tiramonti apuntó a la iniciativa de flexibilizar requerimientos para facilitar la graduación y el regreso a la escuela de los alumnos de sectores sociales más desfavorecidos.

"El problema de la escuela media es que es una escuela para una cultura que ya pasó. Si la sola preocupación son las dificultades de los chicos de sectores más desfavorecidos, vamos a hacer una escuela igual, pero para pobres. Hay que poner el acento en crear una escuela que dialogue con la cultura contemporánea, no una escuela más flexible para chicos pobres", apuntó.

En el sentido de un cambio cultural, se expresó también Dussel. "Hay condiciones de trabajo y perspectivas que hay que cambiar en las escuelas. Muchos profesores no están de acuerdo con la dirección de esta reforma, y hay que trabajar en eso", dijo.

Hablar de "nueva secundaria" es, para algunos, una exageración. "No es totalmente así. La idea del tutor, por ejemplo, es de la década del 60. Hay que mejorar la secundaria que hay, no hacer una nueva", opinó Gvirtz.

Cifras
19,79%
Tasa de abandono
Corresponde al promedio de los tres últimos años del nivel medio. El porcentaje llega al 28,35% en el último año de la escuela secundaria.

65%
Nivel bajo en matemática
Son los resultados de las evaluaciones nacionales en los chicos de 2° y 3° años de la escuela media. En 5° y 6° años, alcanza un nivel bajo el 44,7%.

7,58%
Tasa de repitencia
Es el porcentaje promedio de los últimos tres años. En primer año, repite el 12,86%, con un extremo superior de 23% en Río Negro y en Santa Cruz.

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