En el encuentro, realizado en la sede de la cartera sanitaria y del que participó una veintena de especialistas de distintas instituciones científicas y académicas, también se dieron precisiones sobre la evolución de la licitación pública para la radicación en el país de una planta productora de la vacuna contra la gripe A que se puso en marcha a fines del año pasado.
El objetivo de estas reuniones, que se iniciaron en julio del año pasado y se realizarán periódicamente, es definir con la mayor anticipación y precisión posibles la integración de la denominada “población objetivo priorizada” que será alcanzada por la campaña de vacunación contra la influenza A (H1N1), así como también las estrategias para la implementación de una exitosa campaña de vacunación, para la cual la cartera sanitaria nacional contará con más de diez millones de dosis.
Entre los asistentes al encuentro estuvieron Daniel Stamboulian (Fundación Centro de Estudios Infectológicos), Pablo Bonvehi (presidente de la Sociedad Argentina de Infectología), Daniel Stecher y Francisco Nacinovich (Comisión de Vacunas de la Sociedad Argentina de Infectología), Angela Gentile,(Sociedad Argentina de Pediatría), Jorge San Juan (Hospital Muñiz), Vilma Savy (Sociedad Argentina de Virologia) y Aurelia Fallo (Sociedad Argentina de Infectologia Pediátrica), además de profesionales de la Dirección Nacional de Maternidad e Infancia y profesionales del Programa Nacional de Inmunizaciones del Ministerio de Salud de la Nación.
El secretario de Programación y Programas Sanitarios del Ministerio de Salud, Máximo Diosque, encabezó las deliberaciones, en las que Carla Vizzotti, coordinadora del Programa Nacional de Inmunizaciones de la cartera sanitaria, brindó un pormenorizado informe y destacó la necesidad de “iniciar la campaña de vacunación en forma oportuna, antes de que comience la etapa de circulación más intensa del virus H1N1”.
Durante el encuentro también se revisaron las medidas adoptadas para afrontar la pandemia el año pasado, muchas de las cuales fueron pioneras a nivel mundial y que luego fueron adoptadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, se acordó de forma unánime que la vacuna constituye una herramienta dentro de un programa integral de respuesta frente a una pandemia de influenza, compuesto también por las medidas no farmacológicas de prevención de la infección (distanciamiento social, lavado de manos frecuente) y el acceso oportuno al antiviral.
Como se recordará, durante 2009 se destinaron al Ministerio de Salud 1.000 millones de pesos extra presupuestarios para combatir la gripe A; el Estado Nacional adquirió y distribuyó los medicamentos antivirales en todo el país; se extendieron las vacaciones de invierno para proteger a los chicos y se otorgaron licencias especiales a trabajadoras embarazadas e inmunosuprimidos, entre otras acciones que permitieron que en términos comparativos el impacto de la pandemia en Argentina fuera sensiblemente menor que en otras naciones del continente.
Los participantes en la reunión de hoy coincidieron en que si se comienza a trabajar en el tema en pleno verano, seguramente el país estará mucho mejor preparado para una eventual segunda oleada de gripe A cuando el frío regrese.
Fabricación de vacunas en Argentina
La puesta en marcha de la planta productora de vacunas contra la influenza estacional y la A (H1N1) demandará una inversión de 50 millones de dólares y hará que Argentina se integre al grupo reducido de países productores en el mundo, entre los que se encuentran Estados Unidos, Suiza, Francia, Inglaterra, Italia, Japón, China e India.
Un decreto firmado el pasado 12 de noviembre por la presidenta de la Nación, Cristina Fernández, declaró de interés público el proyecto de elaboración de vacunas antigripales y adyuvantes en la República Argentina presentado por un grupo de laboratorios nacionales y extranjeros.
En los considerandos de esa resolución, se destacó la importancia de “la existencia en el país de una planta productora de vacunas antigripales en función de la incorporación de tecnología de alta complejidad, como asimismo la generación de empleo y el impacto favorable en la balanza comercial del país”.
Además, se citó que la iniciativa “se logra sin ningún incentivo o promoción especial de tipo fiscal o financiera, y que es de interés apoyarla con el poder de compra del Estado”.
0 comentarios:
Publicar un comentario