ElMundo.es (por LAURA TARDÓN)
¿Cómo optimizar la efectividad de los antibióticos y otros agentes anti-microbianos? Según una recomendación publicada en la revista 'The Lancet', ajustar las dosis al peso de cada paciente podría mejorar sus efectos.a paciente podría mejorar sus efectos.
La mayoría de los antibióticos tienen "márgenes terapéuticos muy amplios, es decir, no habrá efectos tóxicos directamente relacionados con distintas dosis", explica Antoni Trilla, jefe del servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Clínic de Barcelona. Esto significa que no es necesario administrar cantidades exactas, ya que la dosificación fija es eficaz y segura para un amplio espectro de pacientes. Además, "cuando los fármacos requieren dosis complicadas (por ejemplo, una pastilla y media), la gente acaba tomándoselas mal" y ya se sabe que el mal uso de los antibióticos es causa del fracaso del tratamiento.
Sin embargo, es cierto que "hay algunos antibióticos, que se suelen dar en los hospitales, que son más tóxicos y, por su complejidad, deben adaptarse las dosis. En general, el personal sanitario encargado sí lo suele medirlo", señala el experto. De hecho, tal y como se precisa en el artículo, en las especialidades de oncología, hematología, anestesia, cuidados intensivos y pediatría, el ajuste de las dosis es una rutina.
En cuanto a los agentes anti-microbianos indicados para combatir infecciones respiratorias o en la orina, de los que se suele prescribir la misma cantidad para todos los adultos, el responsable del artículo considera que deberían suministrarse en mayor cantidad para aquellos pacientes con un cuerpo cuyo tamaño esté por encima de la media prevista para la dosis habitual.
"Lo ideal sería hacer ajustes teniendo en cuenta determinados parámetros como el que la recomendación indica, el índice de masa corporal", comenta el doctor Trilla. "Sin embargo, las cantidades habituales son válidas, seguras y suficientes. Sólo hay que tener especial cuidado con algunos extremos: la población pediátrica (con una amplia variedad de pesos) y adultos con sobrepeso y demasiada delgadez. Para los demás, la población normal, no hay una justificación clara para afinar las dosis".
Además, Falagas argumenta que esta premisa debería vigilarse de forma especial en aquellos pacientes que tienen riesgos añadidos de contraer infecciones o que sufren deficiencias inmunológicas. Como confirma Antoni Trilla, "hay casos muy especiales como la insuficiencia renal, hepáticos, pacientes de edad avanzada... En estas circunstancias, el ajuste de las dosis es obligatorio en los hospitales".
Según el autor, las complicaciones derivadas de las fórmulas matemáticas que son necesarias para calcular la dosis exacta se superarían con el uso de las nuevas tecnologías. "Consideramos que esta estrategia para prescribir agentes anti-microbianos, basándose en el peso y las características de cada paciente (edad, sexo, función renal...) podría mejorar la efectividad del tratamiento, aunque aún son necesarios más estudios".
La revista 'The Lancet' incluye un editorial dedicado a esta recomendación. "Si la evidencia confirma ventajas terapéuticas de los ajustes de las dosis por peso corporal, entonces la presentación de los fármacos debería adaptarse a distintas medidas. Quizás este sea un nuevo nicho de negocio para las compañías farmacúticas".
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