EL VERDADERO SENTIDO DEL “ANTES Y DESPUES

 

Decir antes y después no significa solamente lucir la nueva figura luego d

 e perder los kilos de más.

Decir antes y después no pasa exclusivamente por lo “delgado” o “delgada” que una persona esté ahora. 

El verdadero sentido del antes y después va más allá de lo que apreciamos en una foto o del impacto visual que nos produce un sujeto que repentinamente lo vemos más flaco…o mucho más flaco.

“Antes” es todo lo pendiente…lo inconcluso…la deuda con uno mismo…

“Antes” es todo aquello que acumulamos con el tiempo –(más allá de la grasita en la cintura)- producto de de no “mirar” hacia adentro de nosotros mismos y “ver” lo que nuestro bendito cuerpo nos suplica.

“Antes” es la eterna postergación del famoso y renombrado “el lunes empiezo”…

“Antes” es quererse poco…o nada y vivir envueltos en las falsas creencias absolutamente convencidos de que “hay que vivir la vida comiendo de todo y bebiendo todo”, porque así “soy feliz”…

“Antes” es…quizás, la desinformación sobre los cuidados del cuerpo y los beneficios de por vida que aporta una buena alimentación y actividad física diaria.

“Antes”…es no dedicarse a ser autentico y vivir pendiente de la superficialidad, la apariencia, el materialismo, la moda y toda la “cáscara” sin siquiera averiguar lo que tenemos dentro.

“Antes”… es una salud frágil (que probablemente no sabemos)…una predisposición a enfermarnos…un mayor riesgo de afecciones diversas y un envejecimiento precoz.

“Antes”…es no visualizar los que podemos ser en verdad con algunos kilos de menos y sin sobrepeso , porque si lo hubiéramos hecho, no habría “antes”…

Sin embargo

“Después”… es nacer de nuevo, Es reinventarse…

Es descubrir el maravilloso sentido de la vida… Es quererse… Es invertir en nuestra existencia…

Es la sensación de alivio por saldar “cuentas pendientes”… Es despojarse de la falsa “riqueza” acumulada con el tiempo llamada obesidad. Es haber aprendido para siempre que la alimentación correcta y la actividad

física diaria nunca deberán faltar en nuestra vida. Es comprender que estar delgado es el mejor seguro de salud que existe en este mundo.

Es comprobar que con la delgadez vino como premio una eterna sonrisa y un sentido del humor que ni siquiera sabíamos que lo teníamos Es ser feliz con haber “perdido”.-

ITO ITURRIAGA