Desde hace una decenas de años, el ser humano consume y se envenena con cantidades enormes de sustancias químicas añadidas a los alimentos. Se trata de una causa importante de intoxicación humoral.
Las diferentes fuentes de estas sustancias son las siguientes.
Pretenden mejorar la conservación y presentación de los productos alimentarios.
Son los agentes conservantes, los estabilizantes, los colorantes, los potenciadores del sabor, etc. Algunos son totalmente adoninos, por ejemplo, el jugo de remolacha utilizado como colorante rojo en los yogures de frutas, pero otros son reconocidos venenos. Existen varios miles de sustancias utilizadas como aditivos. Aunque cada una de ellas se encuentra en pequeñas porciones en los diferentes alimentos, se ha calculado que suponen un consumo anual de varios kilos por persona.
Los productos de tratamiento de los vegetales
Las sustancias proporcionadas a las plantas como abono, asi como todas las utilizadas para protegerlos (insecticidas, fungicidas, pesticidas, herbicidas..; hasta 20 o 30 tratamientos antes de la cosecha) impregnan en parte los tejidos de las verduras, las frutas y los cereales, y penetran en el organismo al mismo tiempo que estos.
Los productos de tratamiento de los animales
Todos los medicamentos que se suministran a los animales por razones medicas o para engordarlos como Hormonas, alimentos especiales, impregnan mas o menos en su carne y subproductos huevos, leche, productos lacteos y, al ser ingeridos, se fijan en los tejidos del consumidor. Desde hace poco, hay que añadir peligro de los organismos genéticamente modificados (OGM) contenidos en los alimentos que se dan a los animales de cría.
Los productos de la contaminación
Contaminan el aire, el agua y los suelos, y proceden del humo de las fabricas, el gas de los tubos de escape de los coches, el humo de las calefacciones, las aguas residuales domésticas o industriales.
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