En la segunda noche de corsos barriales alrededor de 35.000 personas se acercaron para disfrutar de la fiesta carnestolenda. Plumas, música y pasos de baile llenaron de color la noche del barrio 17 de Agosto. Familias enteras disfrutaron de la alegría que cada una de las comparsas contagió a lo largo del corsódromo que lleva el nombre de “Laucha Cabral” y la barriada culminó entrada la madrugada.
La fuerza de los carnavales barriales volvió a sorprender a propios y a extraños, en una edición que no deja de impresionar tanto por la calidad de los trajes, como así también por la energía de sus integrantes y el apoyo de los vecinos. Una vez más quedó demostrado que la fiesta del Rey Momo se vive en los barrios, ya que miles de vecinos de distintas partes de la ciudad se acercaron para ser parte de la divertida noche y muchos, para apoyar a las comparsas de sus barrios.
“Estamos realmente muy sorprendidos por la gran cantidad de público que noche a noche se da cita en los barrios, contagiando una alegría sin límites que acompaña a cada una de las comparsas que desfilan”, indicó el subsecretario de Cultura, Turismo y Deporte del Municipio Francisco “Paco” Lockett. En tanto, resaltó que todas las áreas que colaboraron lo hicieron de excelente manera, lo que brindó un marco de seguridad muy importante. “Policías, bomberos, ambulancias, todo estuvo dispuesto y ayudó a contener a las miles de personas que se congregaron para disfrutar del los carnavales del corazón”, dijo Lockett.
Entre redoblante y espaldares los comparseros se fueron acercando desde horas tempranas al predio del barrio para comenzar a tomar sus lugares e ir ultimando detalles. Desde distintas zonas las comparsas fueron arribando al corsódromo Laucha Cabral. La fiesta si bien sufrió poco más de una hora de retrazo debido a la lluvia caída en la zona en horas de la tarde, culminó entrada la madrugada sin mayores inconvenientes pese a la cantidad de público presente.
A tal punto es la preocupación por parte de la organización de los corsos barriales de la cantidad de público que se concentra noche tras noche que para mañana, martes 26 de enero solicitarán la presencia de la Policía Montada para custodiar la seguridad de los espectadores en el barrio Pío X.
“Estamos seguros de que los carnavales barriales tienen mucho potencial, apostamos a ello, y no nos han defraudado, eso nos llena de orgullo porque con pocos recursos lograron hacer cosas maravillosas”, sostuvo el funcionario quien además destacó la buena predisposición tanto del equipo de la Dirección de Turismo del Municipio como de las demás áreas por el trabajo mancomunado que vienen realizado dado que esto les permite lograr la excelencia de la fiesta.
“Trabajamos por darles lo mejor a todas las comparsas y ellas nos respondieron con mucho esfuerzo, y eso se nota al verlas desfilar. Además, estamos más que satisfechos porque además, este año se logró la integración de los carnavales oficiales y los barriales, algo que estamos seguros que va a continuar creciendo”, dijo Lockett haciendo referencia también al apoyo que obtuvo la fiesta por parte de las comparsas del corso oficial.
Más de 14 cuadras lindantes al corsodromo estaban llenas de vecinos que esperaban poder ser parte de la fiesta. “Nos quedó chico el corsodromo”, aseguraron los organizadores. Quienes admitieron que se continúan ajustando detalles para que la noche del martes él en barrio Pio X todo vuelva a ser un éxito.
lunes, 25 de enero de 2010
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