El equipamiento con el que se cuenta es de primer nivel y permite detectar con exactitud la formación y avances de la enfermedad, por lo que se podrá tratar de inmediato la problemática que afecta a cientos de mujeres correntinas al igual que en el mundo entero.
Las dos personas encargadas de la realización del estudio son especialistas en radiología en imágenes y atienden tanto a la mañana como a la tarde. El equipo que se utiliza es de marca Toshiba, con compresión automática y un revelado automático.
Una de las licenciadas a cargo aseguró que dos de cada diez personas en el mundo tienen probabilidades de sufrir cáncer de mamas por lo que “es sumamente necesaria la detección temprana para un tratamiento inmediato”.
La insistencia de que las mujeres mayores de 35 años se efectúen los controles mamarios una vez al año radica en que si se descubre rápidamente, se ganan dos años de un proceso que podría derivar en una curación eficaz.
“Si detectamos de manera precoz la existencia de cáncer de mamas, a través de las mamografías, las probabilidades de que la enfermedad sea curada son altísimas; por eso invitamos a las mujeres correntinas a que se practiquen el estudio, y así, prevengan esta patología que cobra muchas vidas año a año”, explicaron.
Además comentaron que este procedimiento permite que se observe la presencia o no de otras afecciones mamarias y por ende, también poder tratarlas. Asimismo, aseguró que el estudio completo para una mujer consta de papanicolau, mamografía y ecografía mamaria. Sin embargo destacó que estas últimas no son reemplazables sino complementarias.
El sitio donde se realizan los estudios gratuitos es el SAPS “Doctor Miguel Rosicandia”, ubicada en la calle Leloir al 1.900. Desde el lunes pasado comenzaron a distribuirse los turnos correspondientes al estudio. Las pacientes no podrán efectuárselo sin turno previo. Los horarios de atención serán de 8 a 12 y 14 a 18; únicamente se atenderán 12 mujeres por día.
Uno de los requisitos para acceder al beneficio será presentar el pedido de un ginecólogo o de un médico en general. En el primer caso, no se debe adjuntar la historia clínica; sin embargo, en el segundo es obligación un breve recorrido por la historia del paciente. Una vez otorgado el turno, las mujeres deben concurrir sin desodorante, con el cabello recogido y con el estudio anterior.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que las mujeres de más de 35 deben realizarse una vez al año; “antes de esa edad no es recomendable debido a una cuestión anatómica”, comentó la licenciada al tiempo que añadió que “se hará una excepción para aquellas a mujeres con menos de 40 años que tengan antecedentes o riesgos oncológicos”.
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