sábado, 13 de marzo de 2010

Pepe o Néstor por Alfredo Leuco

Pepe vive y vivirá con gran austeridad en una chacra cerca de Montevideo donde se gana la vida cultivando acelga y alfalfa. La parte baja de la mesada de su cocina se cierra con unas cortinitas de tela. Tiene 4 perros y anda en chancletas delante de los periodistas. Su esposa, Lucía, es igual. Creen en las cosas profundas de la vida y no le dan importancia a la ropa. El principal himno de campaña decía: “Vamos Pepe / vamos con la gente/ Hay un tipo caminando por la misma calle que vos/ Sin fortunas ni palacios/” 

Néstor ahora vive en la quinta de Olivos pero es un millonario con un patrimonio multiplicado desde el poder que no tiene antecedentes en la historia democrática reciente. Néstor sí tiene fortunas y palacios. Su esposa, Cristina, tiene una pasión especial por la ropa cara y por la joyas.

Pepe ni entró a la universidad, fue fundador de los Tupamaros, vivió en la clandestinidad, se alzó en armas, recibió 14 balazos policiales en su cuerpo y estuvo 13 años preso durante la dictadura uruguaya que lo utilizó como rehén. Dos años estuvo enterrado en un pozo inmundo donde él apostó a la vida alimentando 7 ranitas con miguitas de pan. Lucía, también fue guerrillera y estuvo presa y escapó por las cloacas y se convirtió en la presidenta del Senado y le tomó juramento a su marido porque así lo dice la Constitución. Ninguno de los dos saca pecho de su condición de perseguido de la dictadura, rara vez hablan del tema, lucharon por la memoria y la justicia pero no tienen sed de venganza. Néstor es abogado igual que Cristina. Fundaron el Frente para la Victoria y durante la dictadura se dedicaron juntar platita para hacer política, como confesó ella, ejecutando a quienes no podían pagar sus créditos. No hay registro ni recuerdo de un solo gesto o acto de por los derechos humanos ni que hayan defendido un solo preso político. Sin embargo, todo el tiempo quieren apropiarse de ese pasado. Alardean de lo que no fueron. Exhiben lo que no hicieron y han reflotado un odio absolutamente extemporáneo.

Pepe se compró hace unos meses su primer traje y va a vivir con 1.500 dólares. Los 15 mil mensuales que cobrará como presidente los va a donar.

Néstor tampoco tiene desesperación por la elegancia pero si codicia y voracidad por el dinero. Pese a tener un patrimonio extraordinario cuando le preguntaron si iba a donar los 24 mil pesos mensuales de pensión como ex presidente, maltrató al periodista que lo hizo y al mas puro estilo Menem dijo: la platita es mía, mía !

Pepe ganó y dijo que no hay vencedores ni vencidos, que apenas eligieron un nuevo gobierno y que nadie es dueño de la verdad. Tienen una frase conmovedora que lo pinta de cuerpo entero. Dice que la democracia empieza en la oreja porque hay que escuchar a todos. Va a gobernar sin sectarismos, con ministros de otros partidos. Es la prolongación del gobierno de Tabaré Vázquez que bajó la pobreza, la indigencia y casi no tiene una sola sospecha de algún caso de corrupción.

Néstor ignoró todo el tiempo al resto de las expresiones políticas y en todo momento trató y seguirá tratando de quebrar su voluntad. Gobernó con un grupito reducido de leales y está cada vez más aislado. Su gobierno y el de su esposa están llenos de denuncias por presuntos delitos y hasta su propia declaración jurada está bajo la lupa de la justicia.

Pepe y Néstor no tienen casi nada en común. Pepe es presidente de Uruguay y Néstor fue presidente de Argentina. Son como el día y la noche. Dime como vives y te diré quién eres. Pepe hace lo que dice y vive como piensa. Es austero, honrado, humilde, carismático, querido, campechano, capaz de reconocer que cometió muchos errores en su juventud y ahora. No hay mucho que agregar: Pepe es Pepe y Néstor es Néstor.




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