Actualmente, el 21% de la población fuma y el plan oficial es reducir esa cifra al 10% para el 2020, haciendo hincapié en los jóvenes. "Hemos llegado muy lejos y ahora iremos aún más, para seguir avanzando y salvar más vidas", dijo el secretario de Salud, Andy Burnham.
"Un día, en un futuro no muy lejano, miraremos hacia atrás y nos costará recordar por qué alguien alguna vez fumó", señaló. El número de fumadores ha disminuido un 25% en la última década como resultado de varias políticas. Por ejemplo, el Gobierno ordenó prohibir la publicidad de cigarrillos, exigió colocar imágenes truculentas acerca de los efectos del tabaco en los paquetes y elevar la edad de venta a 18 años.
En el 2007, el Gobierno introdujo una restricción al consumo de tabaco en casi todos los espacios públicos y lugares de trabajo cerrados. El año pasado, 337.000 personas dejaron de fumar.
Pero a pesar de la caída del consumo de cigarrillo, el número de muertes atribuidas al tabaco es 80.000 por año, lo que cuesta al Servicio Nacional de Salud (NHS por sus siglas en inglés) unas 2.700 millones de libras anuales (unos 4.300 millones de dólares).
El Gobierno británico dijo que siete de cada 10 fumadores quieren dejar el hábito y que, como parte de la nueva estrategia, las restricciones al cigarrillo serán revisadas para evaluar si deben ser extendidas a las entradas de los edificios.
El NHS habilitará estrategias personalizadas para dejar de fumar y el Gobierno lanzará una campaña contra los cigarrillos ilícitos de bajo costo. También será considerada la eliminación del nombre de la marca de los paquetes de cigarrillos y la prohibición de venta de tabaco en máquinas expendedoras como parte del proyecto para reducir el consumo entre los jóvenes.
"Ahora que hemos prohibido la publicidad y pronto veremos el final de las atractivas exhibiciones en las tiendas, el único método de promoción del tabaco que nos queda es el paquete", dijo Burnham.
La Asociación de Productores de Tabaco dio la bienvenida a la campaña para eliminar el comercio ilícito, pero criticó otras propuestas."El enfoque dictatorial del Gobierno para controlar el tabaco difícilmente pueda cambiar el estilo de vida de los consumidores", dijo el presidente ejecutivo, Christopher Ogden.
La jefa de ciencia y ética de la Asociación Médica de Gran Bretaña, Vivienne Nathanson, elogió los planes y sostuvo que "salvarán vidas y protegerán la salud". El tabaco es una de las principales causas de muertes prevenibles en el mundo y provoca 5 millones de fallecimientos anuales.
En los últimos años, el porcentaje de consumo de tabaco cayó en Gran Bretaña y en varios países europeos, una reducción que se reflejó en la cifra de muertes por cáncer de pulmón, sobre todo entre los hombres.
Fuente: Reuters
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