El director del Hospital de Salud Mental “San Francisco de Asís” aclaró que existen equipos que intervienen y brindan apoyo ante casos de violencia familiar y de género. En la institución funciona un servicio especial que ayuda a desaprender conductas violentas, así como un 0800 para llamar y pedir orientación. Se asistió a la familia y allegados del Barrio Lomas del Mirador.
Desde el Hospital público de Salud Mental aseguran que por pedido del Ministerio de Salud Pública y a través del Programa “Por la Vida” se asiste con apoyo profesional en casos de hechos violentos. El director de la institución, Carlos Rodríguez manifestó que específicamente se intervino en el barrio Lomas del Mirador con el asesinato de los tres menores por su padrastro. Se brindó apoyo a la madre de los niños asesinados, así como también en el momento del velatorio con el apoyo y asistencia a la familia y vecinos por la gran crisis generalizada.
“También nos hacemos presentes ante otros casos y cuando desde el Ministerio nos ordenan para un trabajo similar”, añadió el Dr. Rodríguez, al tiempo de explicar que el Programa Por la Vida, tiene un teléfono que es el 0810-444 5626, permitiendo que toda persona pueda llamar las 24 horas desde cualquier punto de la Provincia.
Este programa centraliza todas las heridas de la autoestima y el llamante recibe una contención y orientación según la demanda. Si es un caso de violencia, se implementa una serie de procedimientos para ayudar a la víctima.
También comentó que el hospital de Salud Mental cuenta con un servicio de violencia de género o violencia de hombres, el cual funciona los días miércoles en horario de 14.00 a 19.00, constituido por un grupo de operadores en violencia de género. Para acceder al mismo existe una entrevista de admisión, luego la persona es incorporada al pequeño grupo que está trabajando en el tema. Se trata la problemática del hombre violento, es decir del 75 por ciento de las violencias según las referencias estadísticas.
“El modelo de intervención es múltiple, porque la violencia está definida como cognitiva, como social, cultural y estructural, entonces la metodología de trabajo se basa en un grupo psicoterapéutico constituido por un hombre y una mujer como coordinadores. Tiene una duración de un año y medio, y luego, una vez establecida las condiciones de alta, existe un grupo de sostenimiento”, indicó el director.
Sobre el tema también explicó que lo más importante a tener en cuenta es que la entrevista de admisión califica a los violentos en: hombres violentos psíquicos y otros hombres violentos. El único caso que incorpora es el llamado hombre violento, es aquel que por la admisión tiene un proceso de enseñanza y aprendizaje de la violencia como forma de manifestar sus emociones. El resto de los hombres violentos, como el caso de alcohólicos violentos, psicóticos violentos y el maníaco violento, entre otras personas con trastornos no entran en este grupo y pasan directamente a los consultorios del hospital.
LA VIOLENCIA
“Es una conducta aprendida y como conducta se puede desaprender y aprender de una forma adecuada”, resaltó el psiquiatra, reflexionando al mismo tiempo que “lamentablemente los hechos de violencias que sucedieron en estos días ponen en evidencia una realidad, que todo ser humano es agresivo, es decir, la agresividad es un componente de la vida que permite que uno sea dueño de sí mismo, obligarse a hacer lo que se necesita hacer y es una necesidad. La agresividad, lo describe Freud, corresponde a una fase del desarrollo psicosexual”.
Describió que la agresividad sirve para diferenciarse y es parte constitutiva del psiquismo humano. Cuando esta agresividad se enclava en una persona que hace abuso de la autoridad que tiene “se transforma en violencia, porque ésta, según la Escuela de Violencia Argentina, es todo abuso de autoridad”.
Cuando un ser humano siente que está frente a un subalterno, entonces si su personalidad está desacomodada, puede ejercer violencia. “Por eso los hechos de violencia se suceden, como lo que ocurrió en Corrientes con este padrastro que ultimó a sus tres hijastros”, sostuvo el profesional.
No obstante, añadió que la violencia es el desarrollo de muchísimas personalidades inmaduras, es decir “cuando uno no alcanza a desarrollar adecuadamente el componente agresivo de su personalidad, la cual debe ser adecuadamente manejada, desarrollada a lo largo del tiempo”, señaló.
Lamentablemente la violencia sucede en personas poco desarrolladas, personas víctimas de violencias que han sido victimizados a sí mismos y que no pueden manejar saludablemente sus componentes agresivos. “Estamos ante un cambio de era, un cambio epistemológico y hay una serie de variables que se están modificando, existe una submadurez de las personalidades. Hay una ausencia de respeto de valores, no hay fuente de valores y esto infiltra en las familias”.
QUÉ HACER ANTE UN CASO DE VIOLENCIA
El director del hospital “San Francisco” dijo que hay un trastorno que se denomina estrés pos-traumático que se produce inclusive en los que asisten a las víctimas de violencia cuando han visto escenas tan macabras.
Pero hay una serie de tratamientos que se pueden establecer, desde lo psicoterapéutico, farmacológicos en algunos casos, para ir restableciendo la armonía psíquica de estos seres, pero mucho más importante que tratar estas consecuencias, es denunciar los hechos de violencia y de abuso. Esto es un método preventivo y “no podemos callarnos, porque el anonimato es la principal fuente de victimización”, aseguró.
Insistió en que el principal antídoto para la cultura de violencia es el denunciar los hechos y no considerarlos como lícitos o verdaderos de que alguien pude decir lo que quiere, tanto desde lo verbal, de lo gestual o desde la privación económica.
0 comentarios:
Publicar un comentario