La ANMAT elaboró una serie de recomendaciones esenciales para tener en cuenta a la hora de usar estos productos cosméticos ante el peligro latente del Dengue.
- Observar con atención el rotulado de los productos al momento de comprarlos y/o aplicarlos de manera que en éste figuren la fecha de vencimiento y los datos (concentración, forma cosmética y principios activos) que se acaban de mencionar.
-Usar repelentes químicos de seguridad y eficacia siempre acordes a la edad de los niños. Lo recomendable es consultar al médico previo a la elección y aplicación de un repelente de insectos a fin de que indique en lo que respecta a la cantidad a ser aplicada del producto, la frecuencia e inclusive la forma recomendable (por ejemplo si es mejor en crema u otras formas). Para bebés menores de 6 meses consultar al médico respecto a que sistema o producto utilizar.
-Evitar la aplicación de repelentes químicos cerca de los ojos, nariz, y boca, y en especial en los niños más pequeños también en las manos (tienden a llevarse las manos a la boca). Debe ayudar al niño en la aplicación del repelente. Los niños más grandes también deben ser supervisados cuando utilicen estos productos.
- Evitar la ingestión accidental de repelentes manteniéndolos siempre fuera del alcance de los niños.
-Tampoco aplicar sobre quemaduras, heridas o piel irritada. En la cara no aplicar el producto directamente: primero se debe colocar una pequeña cantidad en las manos y luego colocárselo en el rostro.
-Utilizar sólo la cantidad suficiente como para aplicar en zonas de piel expuesta y por fuera de la ropa (pueden picar a través de la ropa de tela fina). Utilizar más cantidad no lo hace más efectivo. Evitar reaplicar a menos que sea necesario. No colocar el repelente por debajo de la ropa.
-Evitar la aplicación excesiva y reiterada y lavar diariamente la piel tratada con agua y jabón: no irse a acostar con repelentes sobre la piel; Lavar la ropa tratada antes de volverla a usar; No repetir aplicaciones con productos que han causado reacciones en la piel;
-No manipular alimentos después de aplicarse o aplicar un repelente sin antes haberse lavado las manos
-En caso de contacto con los ojos lavarlos inmediatamente con abundante agua.
-Para los repelentes que se presenten en aerosol y rociadores o vaporizadores:
-No emplear repelentes en áreas insuficientemente ventiladas;
-No aplicar directamente en la cara: primero rociar sobre las manos y con estas distribuir el producto sobre la cara; luego lavar las manos.
-No acercar el envase al fuego; desechar el envase vacío convenientemente.
-Si experimenta una erupción de la piel u otros síntomas que piense que fueron causados por usar un repelente, deje de usar el producto, lave la zona afectada con agua y jabón, y póngase en contacto con el médico o con un centro de control de envenenamientos local. Si acude al médico, lleve el producto con usted para mostrárselo. Debe tenerse especial cuidado en personas alérgicas o con sensibilidad a alguno de los ingredientes activos de los repelentes.
Antes de adquirir un repelente, siempre resulta conveniente consultar su rótulo. Allí deben estar contenidos los siguientes datos, cuya ausencia puede revelar que el producto es ilegítimo:
• Nombre completo, el cual puede indicar su función. En caso contrario, dicha función debe estar indicada en alguna parte del rótulo,
• Número de lote.
• Fecha de vencimiento, que en ciertos casos puede estar indicada como “consumir preferentemente antes de….”.
• Número de legajo del elaborador o importador habilitado y número de Resolución por la cual el producto fue declarado ante la autoridad sanitaria
• Nombre y datos de domicilio del titular, elaborador o importador del producto.
• Indicación de contenido neto.
• País de Origen.
• Modo de uso, si corresponde.
• De acuerdo al tipo de producto o a su composición, puede corresponder que el rótulo contenga advertencias respecto a sustancias especiales contenidas o modo de uso especial, como por ejemplo el resguardo de no aplicar el producto en ciertas partes del cuerpo o de lavarse en caso de contacto con los ojos.
Siga las instrucciones de la etiqueta del producto. Si tiene dudas después de haber leído la etiqueta, por ejemplo dudas sobre cuánto tiempo actúa el producto, o si se puede repetir su aplicación o cada cuánto puede repetirse la aplicación, póngase en contacto con el fabricante.
Se encuentran disponibles en el mercado distintos repelentes que contienen aceite de Citronella en las concentraciones de 2% y 3% y DEET (sustancia química conocida como dicloro difenil-tricloroetano) en las concentraciones de 7% al 30% (máxima concentración permitida para uso en repelentes cosméticos).
Ambos principios activos se encuentran en las distintas formas cosméticas: spray, loción, crema, gel y aerosol.
La principal ventaja de la Citronella es su baja toxicidad, alta tolerancia y agradable olor, que lo posiciona incluso como ingrediente principal en esencias utilizadas, con el mismo fin, como aromatizantes ambientales en inciensos, velas, o aceites. Como repelente de uso personal es usado también en las denominadas pulseras, aunque tiene una eficiencia limitada en cuanto al área de protección.
En el caso de la DEET, a mayor concentración presentan un mayor tiempo de protección: Por ejemplo, alrededor del 10% de concentración ofrece una duración promedio de 2 horas y alrededor de 24% de concentración ofrece una duración promedio de 5 horas.
A la hora de usar repelentes que contengan DEET, es conveniente recordar que puede disminuir la protección solar ofrecida por los protectores.
Es importante además, no utilizar productos que combinen, en uno solo, toluamida con un Protector solar, debido a que las instrucciones de uso de cada uno son diferentes.
martes, 19 de enero de 2010
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