El nombre de la institución responde a la promesa de difundir la obra de este Padre capuchino conocido como el "Mártir del confesionario", en señal de agradecimiento por un favor concedido.
Atento al lema “Servir para que el niño y joven con trastornos neurológicos, logre desarrollar todo su potencial y alcanzar mayor felicidad”, no se puede contar la historia del Instituto sin contar la historia de María Luisa, una niña sana y alegre que a los 18 meses, jugando se cae en una piscina y como consecuencia de esto, queda con un daño neurológico muy severo.
Esto motiva a la familia y profesionales cercanos a organizarse y fundar esta Asociación Civil, sin fines de lucro, legalmente constituida a partir del 28 de diciembre del 1984.
El abordaje elegido o la filosofía de trabajo llamado Neurodesarrollo (Bobath) permite un análisis integral del problema y da herramientas acordes a las necesidades de cada niño.
En el año 1989 se consigue una donación por parte del Gobierno de la Provincia de Corrientes de un inmueble para la sede propia, que fue sufriendo reiteradas ampliaciones y adaptaciones en la medida que lo requería la diferenciación y complejización de los servicios que brinda.
Desde el 1998 se cuenta con la categorización y su consiguiente Registro Nacional de Prestadores de las personas con discapacidad, en los servicios de Estimulación Temprana y Centro Educativo Terapéutico (categoría A), Centro de Rehabilitación y Servicio de Integración.
Siempre tuvo como premisa la permanente formación y capacitación de sus profesionales, por lo que se realizan constantemente actividades académicas a cargo de especialistas propias e invitados nacionales y extranjeros.
Así, el mayor capital es el equipo de trabajo entre profesionales, docentes, administrativos, y maestranza de probada formación y vocación, que van conformando una convivencia tan ensamblada de disciplinas tan diversas.
El mayor compromiso de la institución es para con el niño con trastorno motor y su familia, llevando respuestas adecuadas a sus necesidades en el correr de su vida.
Objetivos institucionales
Entre los objetivos del Instituto Mandic, se mencionan la importancia de brindar una rehabilitación integral a niños y jóvenes que presentan un trastorno motor, como secuela de un daño neurológico tanto a nivel individual como grupal.
- Asesorar al grupo familiar acerca del correcto manejo de los niños y jóvenes con un trastorno motor.
- Mantener la actualización en la capacitación del personal profesional del Instituto en la metodología de Neurodesarrollo y lo concerniente a la problemática que plantean las afecciones neurológicas que interfieren en el desarrollo psicomotor.
- Contribuir a la formación de los profesionales de la región involucrados con la rehabilitación neurológica a través de la organización de cursos con disertantes nacionales e internacionales.
- Concientizar a la comunidad sobre la problemática de los pacientes con afecciones neurológicas a través de publicaciones en la prensa escrita, entrevistas televisivas y radiales.
Estimulación temprana
Se entiende por estimulación temprana al proceso terapéutico-educativo que pretende promover y favorecer el desarrollo armónico de las diferentes etapas evolutivas del bebé y el niño pequeño con alguna discapacidad y/o antecedentes peri natales que puedan poner en riesgo el desarrollo psicomotor.
Desde el punto de vista de la entidad, se prefiere la denominación Intervención Oportuna que implica una observación cuidadosa (exhaustiva) del desempeño motor del bebe/niño, reconociendo en cada una de las habilidades los componentes presentes, los ausentes y aquellos que no corresponden a un desarrollo normal. Implica también el respeto a la individualidad en cuanto a ritmos que cada niño tiene para las adquisiciones.
a) De 0 a 18/24 meses: atención individualizada tendiente al afianzamiento de lazos filiatorios y vinculares, favoreciendo el desarrollo adecuado en las diversas áreas (comunicación, motora, juego, hábitos, entre otras).
b) De 18/24 a 48 meses: afianzamiento de las conductas adquiridas y promoción para la adquisición de otras acordes a su nivel madurativo para facilitar su proceso evolutivo y lograr una más adecuada inserción social.
De 4 a 6 años: durante este período podrá continuarse con el tratamiento de los niños pequeños en aquellos casos que: No hayan alcanzado los objetivos del desarrollo madurativo; o que requieran la continuidad del tratamiento para acompañar y favorecer su inclusión en un dispositivo grupal. Asimismo, en aquellos casos en los que la detección y determinación de la discapacidad se haya realizado en este período y requiera de esta modalidad de tratamiento.
Entre las áreas de intervención que dispone el Instituto Mandic, se mencionan; el área de Kinesiología, Fonoaudiología, Estimulación Visual, Neurología, Odontología, Terapia Ocupacional, Psicología, Psicopedagogía, Neoroortopedia y Servicio Social.
Todas ellas dirigidas a mejorar las capacidades del niño y favorecer su desarrollo madurativo.
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