En la escuela secundaria Arturo Illia, el equipo interdisciplinario de la Dirección de Servicios Educativos de Prevención y Apoyo (DiSEPA), realizó un taller destinado a padres y tutores de los alumnos que asistieron a las Escuelas de Verano.
Alrededor de 100 padres, participaron de la actividad efectuada de manera conjunta entre los programas: Prevención de Consumo Problemático de Droga; Convivencia Escolar y Por los Derechos de la Niñez y Adolescencia.
El espacio fue convocado para reflexionar sobre "El rol del adulto frente al joven", con la intención de mejorar el vínculo en la familia y en la institución, y de esa manera hacer más amena la convivencia escolar y el rendimiento del alumno.
La reunión fue muy productiva ya que los tutores participaron activamente contando las dificultades con los adolescentes tanto en el hogar como en el colegio. "Hay un problema social que vivimos los padres. Hay que reconocer que los profesores y la escuela no tienen la culpa", sostuvo uno de los padres.
En este sentido, los profesionales de DiSEPA, sostuvieron que "es una responsabilidad compartida: El adulto debe hablar con coherencia, es decir mantener un discurso, si dice NO, debe mantener el NO. Hay cuestiones que no son negociables".
A esto agregaron que "el joven adopta cierto comportamiento porque está buscando su identidad y su personalidad y es una etapa en que necesita un referente. También contención y alguien que les marque el camino. Ellos necesitan saber que estamos preocupados y que confiamos en ellos".
Es así que explicaron que los límites son importantes porque a partir de ello, se reconstruye y se recuperan los valores. Destacaron que: la escuela enseña y la familia educa.
Por su parte, los padres manifestaron las dificultades que se presentan en el entorno educativo, tanto con los docentes como con los directivos. Es por eso, que a modo de conclusión plasmaron en un afiche las cuestiones que desean que se modifiquen.
Pidieron que: respeten a los alumnos, que se elimine la discriminación, más diálogo, mayor comunicación, que se restablezca la unión entre la escuela y los padres, que se haga un pacto de amor.
Finalmente el equipo de DiSEPA se entrevistó con la rectora y se comprometió a seguir trabajando en la institución y a crear un Acuerdo de Convivencia.
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