martes, 18 de mayo de 2010

Las imágenes de la Virgen María y la Cruz de los Milagros visitaron Hacienda y acentuaron el valor simbólico de la vida

En el marco del Centenario de la Diócesis de Corrientes, y el peregrinar por las distintas instituciones iniciado hace varios días, las imágenes de la Virgen María de Itatí y la Cruz de los Milagros visitaron hoy el Ministerio de Hacienda y Finanzas y, en una breve pero emotiva celebración con todo el personal, el padre Pablo Ferriera destacó la necesidad de que recuperemos, como pueblo, el valor simbólico de la vida y sus momentos.


“Más allá del lenguaje material, es necesario que revaloricemos el lenguaje simbólico de la vida, que tiene más que ver con el don y el regalo que con las conquistas”, reflexionó el sacerdote de la orden franciscana, párroco de la iglesia La Merced de la Capital correntina.

En un día especial, al conmemorarse el nacimiento de Juan Pablo II hace 84 años, el ministro de Hacienda, Enrique Vaz Torres, agradeció la visita y manifestó su profunda fe en que el trabajo conjunto permitirá superar las dificultades.

“Comparto la necesidad de encontrarnos”, remarcó el funcionario y agregó: “Es muy importante para nuestra comunidad avanzar en la reconciliación y que podamos encontrar en la fe, el camino para superar las dificultades”.

El padre Pablo, por su parte, retomó la idea de releer los símbolos y su valor para la comunidad. “María y la Cruz de los Milagros tienen un profundo significado para el pueblo de Corrientes, porque forman parte de su experiencia de vida”, consideró.

En este sentido, remarcó la importancia de que no veamos el significado de la Cruz sólo desde el dolor y el sufrimiento, sino también como un símbolo de amor y de vida. “Jesús asume la muerte voluntariamente por amor. El amor entregado para dar vida, representa el gesto supremo de Dios que se entrega a sí mismo en Jesús por todos nosotros”, reflexionó.

Habló además de la Virgen María y el real significado del momento en que Jesús, crucificado, la invita a recibir a Juan como su hijo y a este a recibir a María como su madre. “Esto simboliza la maternidad de María para con la humanidad, en Juan estamos simbolizados todos”, agregó.

“Ella, en el lenguaje de la fe, es protagonista, es partícipe de nuestras vidas; está siempre en esa actitud de entrega y recepción constante, más allá del relato y el discurso”, apuntó el padre Pablo. Dijo además, que María es vida, “intercediendo, actuando y escuchando”. “Hay que descubrirla en la experiencia personal, como pueblo”, señaló.

Luego de compartir plegarias y oraciones, el padre Pablo bendijo al ministro, al subsecretario de Hacienda, Marcelo Rivas Piasentini, a las demás autoridades presentes y los trabajadores que participaron de la emotiva ceremonia. Las imágenes permanecieron en el Salón de Acuerdos del Ministerio de Hacienda hasta casi mediodía, donde el personal del área y aquellos que llegaron para hacer trámites, se acercaron a saludarlas, orar y agradecer.

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