El ingeniero en Telecomunicaciones, recibido en La Plata a comienzos de los ’70, completará desde hoy el mandato del fallecido Adolfo Torres. Una reseña de quién conducirá los destinos de la emblemática universidad del Nordeste.
Eduardo del Valle recibió a “época” en los últimos días al frente de su oficina en el Decanato de Ciencias Exactas Naturales y Agrimensura. Tras su sillón un cuadro de grandes dimensiones exhibe un sol radiante dentro de una U mayúscula, abajo una leyenda con las iniciales de la UNNE. Universidad Nacional del Nordeste. Justamente ése logotipo -el sol con la U gigante- fue diseñado en una de las tres gestiones que lo tuvo al extinto Adolfo Torres, al frente del Rectorado.
El ingeniero en Telecomunicaciones tiene mucho que ver con el ex rector y ex ministro de Educación de la Provincia. “A fines de junio pasado yo fui quien lo propuse ante la asamblea”, recuerda con un dejo melancólico. Allí fue que Torres inició su tercer mandato para fallecer luego a mediados de octubre.
Sobre qué medida tomará en forma inmediata desde hoy una vez que se instale en la sede del Rectorado frente a la plaza 25 de Mayo, dijo que se entrevistará con las diversas áreas. “Contactaré a los secretarios generales directores contables, de personal, administrativos”, dijo.
En cuanto a la designación de sus colaboradores, gabinete de funcionarios que lo acompañarán en la gestión, el trámite es un poco más lento. “La facultad en las designaciones es mía, pero se debe convocar al Consejo Superior ante quien se presentan los nombres y es este órgano el que acepta o no”, comentó.
La convocatoria a la que refiere del Valle debe hacerse con 48 horas de anticipación, por ello, ante la consulta de este diario sobre quiénes serán sus funcionarios, no dio detalles ni mucho memos nombres.
Mecanismo de elección
En la Asamblea Universitaria que ungió a del Valle el pasado 5 de noviembre para terminar con el mandato de Torres, hubo voces contrarias a la metodología para elegir Rector. Si bien representan la minoría dentro de las consejerías docentes pertenecientes a las facultades de la UNNE, marcaron fuertemente su rechazo. Entienden que es un mecanismo cerrado y poco representativo. Incluso, arcaico.
“El estatuto por el cual se rige la UNNE no es viejo. Fue creado en el segundo mandato del doctor Torres y demostró estar bien. Es una forma de elección indirecta donde hay representación de todos los sectores”, reparó al contestar sobre la cuestión. Comparó de esa forma “con las grandes democracias del mundo donde también hay mecanismos indirectos. Estados Unidos por ejemplo -graficó- el país de la democracia se rige por un sistema indirecto”.
Para el flamante Rector la posibilidad de avanzar en reformas al estatuto “se pueden dar en el marco del consenso”. Sin embargo, insistió en que el sistema “está bien y por lo general las cosas que están bien no se cambian”.
Aclaró que las voces disonantes al oficialismo (UCR) dentro de la Asamblea Universitaria; “se abstuvieron de votar. Tampoco fueron negativos”. De hecho, los guarismos finales fueron: 137 votos a favor de Eduardo del Valle y sólo 10 abstenciones.
La Plata del ’65
Eduardo del Valle terminó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional de Corrientes. La carrera que lo seducía no estaba a su alcance en el Nordeste. Ingeniería en Telecomunicaciones. Se trasladó entonces a la ciudad de las diagonales, la capital de la provincia de Buenos Aires. La Plata lo recibió primero en una pensión para estudiantes universitarios “donde alquilé el primer tiempo”. Después, trabó amistad con otros tres jóvenes y se mudaron a un departamento. “En ese entonces no había muchos edificios y los departamentos eran todos horizontales, divididos por pasillos”.
Así avanzó en su primer año universitario pero el golpe de Estado de 1966 liderado por el General Juan Carlos Onganía -derrocó al Presidente constitucional Arturo Ullía-, le truncaría momentáneamente sus estudios. A mediados de ese año Argentina entraba nuevamente en un oscuro túnel de gobierno de facto. “Las universidades quedaron interrumpidas por varios meses y regresé a Corrientes donde hice el servicio militar”.
Ya era 1967 y además de ser obligatoria la instrucción castrense, en ese entonces se hacía a los 20 años. El ahora Rector tuvo hepatitis mientras vestía el uniforme oliva en la capital provincial. Lo que le costó tener la última baja. Recién para marzo de 1968 concluyó la “colimba” y retomó los estudios. En el último tramo, faltándole un año para recibirse, “me casé y tuve un hijo”. Si bien trabajó en La Plata apenas egresado, regresó a Corrientes donde se afincó definitivamente. Tuvo dos hijos más y continúa casado.
Con el radicalismo, una simpatía
A lo largo de la hora de entrevista que mantuvo con “época”, del Valle no habló de política, sólo cuando este diario preguntó por su inclinación en ese sentido. “Simpatizo con el radicalismo”, dijo. Y aseguró que nunca se le pasó por la cabeza ingresar a la arena política vernácula. Como antecedente tiene un pasado, el universitario, casi apolítico. “Nunca milite, fui a reuniones una o dos veces invitado por compañeros o amigos. Pero nunca milité”, insistió.
Explicó que en aquel entonces, fines de los ’60 e inicios de los ’70, “las facultades más politizadas eran las de Filosofía, Derecho; las de Ciencias Sociales quizás. En cambio -dijo- la de ingeniería era prácticamente apolítica”. También pesó en su caso “que el último año de facultad yo ya estaba casado y tenía un hijo. Tenía una responsabilidad y debía recibirme”, sostuvo.
Al citarle como ejemplo la gravitación que tuvo Adolfo Torres desde la UNNE hacia la política provincial, fue ministro de Educación durante el primer gobierno de Ricardo Colombi (2001-2005). Y candidato a intendente de Corrientes por el radicalismo en 2005. Fue contundente: “Yo cumpliré mi función como Rector y seguiré trabajando para que la UNNE continúe en el lugar de excelencia donde está”.
Cambios de Decano en Ciencias Exactas
Ayer se realizó la sesión especial del Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura. En tal encuentro se analizó y aprobó la renuncia del decano Eduardo del Valle y se puso en funciones en dicho cargo a la vice-decana, Lidia Itatí Ferraro de Corona.
Al hacer uso de la palabra la ahora decana Ferraro de Corona comentó que cuando ingresó a la facultad, como alumna, jamás pensó que llegaría a este cargo. Luego recalcó: “Si bien he sido elegida como vice-decana llego al decanato en una situación realmente imprevista de manera que el compromiso es doblemente importante ya que debo llevar adelante la dirección de la facultad demostrando la capacidad para hacerlo no solamente porque el estatuto lo dice”.
Por último, la flamante Decana dijo que “continuará con los proyectos en marcha y a su vez buscará implementar actividades que involucren a los alumnos trabajando de manera plural y democrática”.
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