La comunidad correntina se congregó una vez más para más para honrar y tributar su fe en un nuevo aniversario de las celebraciones patronales de Nuestra Señora de la Merced. Bajo el lema “María, en ti está la plenitud de la Gracia y todo bien”, miles de fieles salieron a las calles a venerar a la Patrona de Corrientes.
El acto central se llevó a cabo en la Parroquia y Santuario ubicada en 25 de Mayo y Buenos Aires de la capital correntina, lugar erigido en su honor. Pasada las 16 horas comenzó con la tradicional y solemne procesión.
En representación del gobierno provincial se hicieron presentes: los ministros Gustavo Valdés (Gobierno y Justicia), Orlando Macció (Educación y Cultura) y Aníbal Godoy (Obrar y Servicios Públicos).
Fueron acompañados por secretarios y subsecretarios del poder ejecutivo provincial, interventores de entes autárquicos, representantes de fuerzas de seguridad, entre ellos el Jefe de la Policía de Corrientes, Juan Alfredo Ojeda; el intendente de Corrientes, Carlos Mauricio Espínola, funcionarios comunales y autoridades eclesiásticas.
La procesión encabezada por la imagen de la Virgen de la Merced recorrió las calles: 25 de Mayo, Tucumán, 9 de Julio, Mendoza, Plácido Martínez y Buenos Aires. A su paso, los fieles expresaron su devoción y alegría saliendo de sus casas con pañuelos blancos y amarillos –símbolo de la bandera del Vaticano- testimoniando la profunda fe de la feligresía católica, en una celebración que se viene llevando a cabo ininterrumpidamente desde 1660.
Luego y prosiguiendo con el programa, tuvo lugar la Santa Misa, presidida por el Párroco y Rector del Santuario de Nuestra Señora de la Merced, Pablo Ferreira, concelebrada por los sacerdotes franciscanos y diocesanos presentes, ante una multitud que siguió de cerca apostada en la Plaza 25 de Mayo.
Saludo de Monseñor Stanovnik desde el Vaticano
Monseñor Andrés Stanovnik, Arzobispo de Corrientes no pudo estar presente en los Actos en honor a la Patrona de Corrientes, Nuestra Señora de la Merced, por encontrarse en estos días en Vaticano, realizando la Visita Ad Limina Apostolorum junto a los Obispos integrantes del CELAM.
Desde allí envió una carta dirigida al párroco y rector del Santuario de "Nuestra Señora de la Merced", fray Pablo Ferreira, en la que manifestaba la importancia de renovar en esta fecha "nuestra devoción a la Serenísima Virgen de las Mercedes, nos fortalezca a todos en la fe y la esperanza. Y todos –autoridades y pueblo– aprendamos de ella que el camino que lleva a una vida digna y plena, será el que se forje mediante conductas fraternas, solidarias y justas. Para ello necesitamos con urgencia una mística superadora de los intereses individuales y sectoriales, que impulse, tanto a la dirigencia como al pueblo, a pensar y actuar para el bien de todos".
Mensaje textual
Ciudad del Vaticano, 23 de septiembre de 2010
R.P. fr. Pablo Ferreira OFM
Párroco y Rector del Santuario de Nuestra Señora de la Merced
Querido Hermano:
Con motivo de la solemne fiesta de la Virgen de la Merced, envío un afectuoso saludo a las Autoridades y Pueblo de Corrientes. Aprovecho esta providencial ocasión para recordar las palabras que se pronunciaron en el Cabildo del año 1660, cuando la nombró Patrona y Auxiliadora de esta ciudad y su contorno:
“en todos nuestros trabajos y pestes, y demás calamidades que nos afligen, nos acogemos al abrigo y amparo de la Serenísima Virgen de las Mercedes, Madre de Nuestro Señor Jesucristo, para que mediante su intercesión con su preciosísimo Hijo, se nos perdonen nuestras culpas y pecados y esta ciudad se vea libre de todo mal”.
Hoy, a varios siglos de distancia y la luz de aquellas palabras, nos ponemos al amparo de María y le pedimos: María de la Merced, enséñanos a compartir en justicia y solidaridad, lema que inspiró el novenario de este año. Quisiéramos que esa enseñanza se integrara en el programa para Bicentenario de nuestra Patria y se convirtiera en realidad. Ella nos enseña que la principal fuerza para que eso se haga realidad es Jesucristo. Hace poco lo recordó el Santo Padre cuando afirmó que “Jesucristo, es la principal fuerza impulsora del auténtico desarrollo de cada persona y de toda la humanidad.” La fe en él debe impregnar todas las dimensiones de nuestra existencia. No sirve una fe que se reduce a un acto, o sólo a una oración pronunciada cada tanto. María nos enseña cómo se vive la vida entera desde la fe: abierta a Dios, toda de él, fue también toda hecha servicio al prójimo. El que se abre a Dios, es solidario con los demás, sobre todo con los más pobres. Necesitamos volver a Dios para que nos muestre el camino del verdadero servicio a los demás. El camino más corto y más fácil para ese regreso es María.
Que esta fiesta, en la que renovamos nuestra devoción a la Serenísima Virgen de las Mercedes, nos fortalezca a todos en la fe y la esperanza. Y todos –autoridades y pueblo– aprendamos de ella que el camino que lleva a una vida digna y plena, será el que se forje mediante conductas fraternas, solidarias y justas. Para ello necesitamos con urgencia una mística superadora de los intereses individuales y sectoriales, que impulse, tanto a la dirigencia como al pueblo, a pensar y actuar para el bien de todos.
Los abrazo y los bendigo: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Mons. Andrés Stanovnik OFMCap.
Arzobispo de Corrientes
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