lunes, 12 de julio de 2010

La última creciente favoreció la reproducción y el desarrollo juvenil del Dorado

Desde mediados de septiembre de 2009, se registró en el tramo Alto del Paraná un excepcional periodo de reproducción en los peces, con un desarrollo sostenido de juveniles en los meses posteriores. Estos resultados surgen del análisis de los datos obtenidos de los proyectos de investigación que se llevan a cabo en la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNNE a través del Instituto de Ictiología del Nordeste, en el marco del Convenio con la Entidad Binacional Yacyretá para la “Evaluación de los Recursos Pesqueros aguas abajo de Yacyretá y Monitoreo y evaluación de la fauna Íctica transferida por la Central Hidroeléctrica”.


Puntualmente, en esta oportunidad se analizó la situación particular del dorado, señalando cuán numerosa y buena fue la actividad reproductiva de esta especie. Hace ocho años no sucedía algo similar, destacaron los investigadores.

El periodo analizado fue desde septiembre de 2009 hasta febrero de 2010 y se presentaron los resultados del trabajo en las Comunicaciones Científicas y Tecnológicas 2010 del Universidad Nacional del Nordeste, cuyo título es “Evaluación de la estructura de la talla del Dorado (Salminus brasiliensis) y su relación con el nivel hidrológico del río Paraná en cercanías de la Represa Hidroeléctrica de Yacyretá”. El médico veterinario Juan Pablo Roux, subdirector del Instituto de Ictiología del Nordeste (INICNE) y uno de los responsables técnicos de un proyecto de investigación y desarrollo que se realiza para la Entidad Binacional, desde 1994.

Evaluar el efecto de la creciente ocurrida durante la última primavera - verano sobre la reproducción del dorado y su estructura de talla fue el objetivo del estudio. “Trabajamos en la evaluación de los recursos pesqueros aguas abajo de la Represa. Pero en septiembre empezamos a constatar el inicio del periodo reproductivo de los peces, no sólo del dorado sino de muchas otras especies de peces en el río debido a que coincidió con el aumento de temperatura ambiente, el aumento de temperatura del agua, el aumento del fotoperiodo y con la creciente registrada en el Paraná que fue extraordinaria”, explicó el doctor Roux.

Comentó en este sentido que las crecientes, cuando llegan en la época de primavera - verano son muy favorables para la reproducción y posterior desarrollo de los estadios iniciales de los peces. “Sin embargo, cuando suceden en otoño – invierno, no se evidencia ninguna relación directa con el desarrollo de los peces”, aclaró.

“En este marco, decidimos hacer esta evaluación muy puntual, con respecto al tamaño (Talla: longitud del pez) de los dorados. Se decidió registrar el largo estándar (LST) de los animales frente a una situación favorable que fue la creciente tan importante que tuvimos desde septiembre 2009 hasta febrero-marzo de 2010”, dijo el médico veterinario y prosiguió: “Sin dudas, ello estimuló la reproducción, hubo muy buen desove en la zona y, por ende, empezó a haber mucha cantidad de larvas en el valle aluvial (zona costera baja que se inunda por efecto del rio en creciente y conecta el rió con las lagunas), luego estas larvas que disponían de protección y muy buena comida en el valle aluvial se desarrollaron rápidamente y al mantenerse la conexión del valle con el cauce principal del río, estos juveniles migraron nadando aguas arriba en cercanía de la costa del río (este fenómeno fue observado por las personas que visitaban la costa del rio en varias localidades de Corrientes)”.

Trabajo de campo. “En el mes de octubre, con el río muy crecido, se muestrearon con una batería de redes experimentales peces en dos sitios de la provincia de Corrientes (Ituziangó): Se observaron juveniles de dorados en gran cantidad. En cambio, en épocas de bajante o mucha sequía, en igual periodo del año, aparecían en nuestras redes sólo peces que rondaban los 40 centímetros o de mayor tamaño. Queremos decir con esto que eran más grandes pero pocos”, comentó el docente universitario.

Detalló que el mayor porcentaje de peces muestreados en octubre y noviembre de 2009 medían 14 cm aproximadamente, con una elevada cantidad de ejemplares. A partir de ese momento, los investigadores empezaron a observar el fenómeno con más atención para evaluar esa población nueva de dorados, y analizar su talla a través de la longitud estándar (medida que se toma desde la boca del pez y hasta la última vértebra de la columna).

Se analizaron datos desde agosto de 2009 a febrero de 2010 en cercanías a la Represa, más precisamente en la localidad de Ituzaingó y en el Sistema de Transferencia de peces que tiene la Central Hidroeléctrica de Yacyretá. “Agrupamos a estos animales de talla pequeña y vimos que a medida que pasaban los meses, estos doradillos, producto de una reproducción exitosa en septiembre 2009, aumentaban de tamaño de manera excepcional debido a la cantidad de agua, a la protección en el valle y a la abundancia de comida”.

Fundamentos. Estudios de poblaciones de peces en la zona de influencia de la represa Yacyretá se realizan desde hace varios años con el objeto de estimar el impacto que esta obra genera sobre la fauna Íctica. Los resultados de más de 15 de años de muestreos indican que la estructura de la comunidad de peces se asocia principalmente con los ciclos hidrológicos y de temperatura, y secundariamente con las condiciones de microhábitat y la transparencia del agua.

Los peces se reproducen regularmente en el río y los grandes desovadores dependen de las crecientes de verano para efectuar sus puestas. Años sin crecientes se acompañan de escasos o nulos desoves (acción de los peces de soltar los huevos), al tiempo que años con crecientes extraordinarias favorecen a la mayoría de las especies gracias a la abundante oferta de alimento y hábitat disponible.

Nivel de crecimiento. Se analizaron 829 ejemplares correspondientes a seis muestreos mensuales realizados aguas debajo de la Represa, así como en el sistema de transferencia de la Central Hidroeléctrica de Yacyretá, que permite el desplazamiento aguas arriba de los peces durante las migraciones. Los doradillos estudiados, que en octubre tenían alrededor de 14 cm, alcanzaron en febrero de 2010 una talla cercana a los 22,5 cm, lo cual demostró un crecimiento muy satisfactorio.

Preservación. “Si cuidamos esta descendencia que se produjo en la inundación 2009-2010, un importante número de ejemplares se va a incorporar cuando llegue a la talla de captura, dentro de 3 añosa, para la pesquería deportiva de la región”, manifestó el doctor Juan Pablo Roux. En este sentido, dijo que ahora “queda la responsabilidad de la sociedad, para que esta gran cantidad de peces llegue en unos años a representar buenos ejemplares en cantidad y calidad cuando alcancen las tallas mínimas de captura, asó podremos asegurar la perpetuidad de la especie”.

Agregó el investigador que este fenómeno de exitosa reproducción y acelerado desarrollo no se registraba con esta magnitud, aproximadamente, desde hace ocho años. Por otra parte, indicó que se escogió para el estudio al dorado dado que es el pez de mayor importancia para los pobladores de la región, habiendo sido declarada la especie de interés nacional.

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