domingo, 28 de junio de 2009

Enfermedades de la pobreza


CHAGAS EL MAL OLVIDADO


A 100 años del descubrimiento del Mal de Chagas, esta enfermedad sigue presente en toda América Latina. No hay vacuna y sólo se han desarrollado dos medicamentos, de producción discontinua. Argentina tiene 2 millones de chagásicos y en toda América ascienden a 18 millones.

Las fumigaciones no alcanzan para erradicar la vinchuca porque el presupuesto es muy escaso. Chile, Uruguay, Paraguay y Brasil se han decretado libres de transmisión vectorial del Chagas. Argentina todavía sueña con un país sin este mal, que en silencio castiga a los más pobres.

“Mucha gente no sabe exactamente qué es el Chagas pero sabe que mata, que es algo grave”.
“Entonces en el imaginario no saben si se contagia por la saliva o cómo se contagia y claro, la falta de conocimiento genera discriminación y muchas injusticias.

El Mal de Chagas-Mazza fue descubierto hace 100 años por el médico brasilero Carlos Chagas. Años después, durante los 60, fue el médico argentino Salvador Mazza quien continuó con las investigaciones en la provincia de Jujuy estudiando a la vinchucha, el vector transmisor de la enfermedad.

Este insecto, también conocido en Latinoamérica como chinche, pito o barbeiro, vive en las áreas rurales de Latinoamérica, en los ranchos de adobe o en las casas de madera y de material. De día, se esconde en las grietas de sus paredes y de noche, cuando todos duermen, pica para comer.

El contagio

“El Mal de Chagas tiene dos elementos fundamentales en la lucha contra la enfermedad. Una es todo lo vinculado al vector, que es la principal fuente de infección del ser humano y la otra, son todas las acciones médicas vinculadas a niños y adultos ya infectados, el tratamiento”.

Argentina ha avanzado mucho en investigación, pero todavía la vinchuca vive en los más de 300 mil casas ranchos que tiene la zona norte del país. En la actualidad, existen dos millones de infectados y 7,3 millones están en riesgo de infectarse.

“Las otras fuentes de infección del ser humano son las transfusiones: si hay un donante de sangre que está infectado. Pero esto en la Argentina está bastante bien controlado. Y la otra fuente de contagio es la transmisión intrauterina o transplacentaria, de madre a hijo. El 5 por ciento de los niños que nacen de una madre con Chagas pueden recibir el parasito durante el embarazo. Si se lo diagnostica rápidamente y recibe el tratamiento adecuado, posiblemente se curan”.

El tratamiento en la etapa aguda del Chagas, cuando la persona recién adquirió la enfermedad, tiene cura. Y pasados los años, en la etapa crónica, se pueden realizar algunos tratamientos para negativizar el virus.

Atender la enfermedad

“El 30 por ciento de las personas infectadas pueden tener alguna enfermedad cardiológica o digestiva. Hay tratamientos específicos en lo que se refiere al daño ya producido por el parásito. Tratamientos para la alteración cardiológica, e incluso en algunos pacientes se ha llegado al transplante”.
“el Chagas puede producir en el corazón problemas de ritmos y debilitar sus paredes, al igual que en el aparato digestivo. La muerte súbita, por ejemplo, es una de las consecuencias de esta enfermedad”.

“Es una patología que debe ser atendida porque si ser pobre es algo terrible, ser pobre y tener la enfermedad del Chagas es mucho más terrible”.

El Mal de Chagas está dentro de lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) engloba dentro del grupo de ‘enfermedades olvidadas’. “En general son de la gente más humilde, que no tiene acceso al medicamento porque los sistemas de salud y los gobiernos en general, no le han dado el suficiente peso dentro de su estructura y de sus acciones”.
“Ya lo dijo Carlos Chagas, lo dijo Salvador Mazza, y lo siguió diciendo cada persona que se ha dedicado a trabajar desde lo que es el conocimiento global, integral de la enfermedad, que la tripanosomiasis es una patología basicamente de los pobres”.

Urbanización del Chagas

Si el Chagas afecta principalmente a las personas más pobres, son éstas las que cruzan fronteras y viajan miles de kilómetros para intentar vivir mejor que en su lugar de origen. Tener un trabajo y una vivienda digna. Y con ellas, en algunos casos, viaja el Chagas.

“Cuando uno piensa en Chagas, la mayor parte de la gente piensa en los ranchos, en el área rural. Pero la gente del área rural se está urbanizando, y este es un fenómeno mundial”, hoy en las grandes ciudades como Córdoba, Rosario o Buenos Aires, hay Chagas en los barrios. “Se ha encontrado Chagas en otros países por migración de la población latinoamericana, que cuando migra, migra también con su Chagas. Entonces por ejemplo en España se calcula que en este momento hay 100 mil chagásicos”.
Desde el 2003 la ciudad de Buenos Aires tiene una red de Chagas, y la provincia de Buenos aires comenzó a principios del 2000 a complementar la información con manuales para distribuir, esto es para manejar a los pacientes chagásicos que hoy habitan la ciudad”.

Las provincias que tienen en sus tierras al vector son 16, sin embargo, por la migración, se detectaron 4 casos de Chagas en Tierra del Fuego. Todos contagiados de madre a hijo. Se calcula que en la Argentina deben nacer aproximadamente entre 1.000 y 1.200 niños con chagas adquirido en el embarazo.

Hoy, a 100 años de su descubrimiento, el Mal de Chagas sigue presente porque la casa rancho todavía está intacta. Investigadores y médicos proveen estudios y medicamentos cedidos por el Ministerio de Salud, pero no alcanza. Los fumigadores buscan frenar el avance del vector, pero con pocos recursos. Esta enfermedad está lejos de ser erradicada de Latinoamérica y, en silencio, castiga a los más pobres.

Fuente (ARGENPRES 3/06/2009)

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