LITERATURA Cierre del Taller de Narrativa

En el café El Mariscal de nuestra ciudad se produjo el cierre del Taller de Narrativa organizado por el Fondo Nacional de las Artes y la Subsecretaría de Cultura.

El Taller, conducido por Vicente Battista, estuvo encuadrado dentro del ciclo Pertenencia, que tiene como objetivo la exposición cultural de las provincias argentinas. Para la literatura, el Fondo escogió la modalidad de dos talleres- de Narrativa y Poesía- que, dirigido a escritores de Corrientes y Chaco, sirvieran como una herramienta de mejoramiento de la producción.

El Taller de Narrativa, que tuvo su encuentro final entre los días 10 y 11 de diciembre, fue inaugurado en el mes de agosto en la ciudad de Mercedes. Hasta allí se dirigieron los once escritores becados para la capacitación.

A pura literatura
Vicente Battista es autor de, entre otras obras, “Sucesos Argentinos”, “Gutiérrez a secas” y “El libro de todos los engaños”. En la década de los sesenta fundó, junto a Mario Goloboff y Abelardo Castillo, una de esas revistas literarias emblemáticas: “El escarabajo de oro”.

Hasta ahí, los datos biográficos desnudos, a los que se puede agregar que nació en 1940, que en 1973 partió a España, de donde regresaría en 1984, que entre sus premios se encuentra el de la Casa de las Américas y el Planeta. Pero la experiencia personal de compartir un taller con Battista supone encontrar a un hombre con una profunda coherencia ideológica, con una rapidez apabullante y con un buen humor constante que expresa con mordacidad e ironía propias de alguien que ama el policial negro americano y la precisión de Hemingway.

En los cuatro encuentros repartidos entre cinco meses y dos ciudades (toda una travesía espacio- temporal), el escritor que durante su estadía en la Península debió escribir de todo, desde horóscopos hasta novelitas policiales para ganarse la vida, repartió su visión crítica de la literatura a los participantes, evaluó los trabajos, corrigió, ponderó y no se abstuvo de la opinión dura ante el trabajo de los becarios. Todo, lo salpimentó con anécdotas de su largo tránsito por el mundo de las letras, desde su encuentro con Vargas Llosa hasta las impuntuales tertulias en épocas de “El escarabajo de oro”, a las que, según sus palabras, se citaban “a las siete para llegar a las nueve” y los entretelones de los concursos o los manejos editoriales.

En resumen, el Taller sumó ocho días de pura literatura, con un verdadero grande.