Una encuesta realizada en diferentes barrios ribereños de la ciudad de Corrientes determinó que es bajo y riesgoso el nivel de salubridad en esa zona de la ciudad. Las entrevistas, personalizadas, alcanzaron a unos 170 vecinos. El 100 por ciento dijo poseer más de dos mascotas, ni una de ellas desparasitadas y la mayoría desnutridas y con síntomas compatibles con enfermedades zoonóticas, en tanto que gran parte elimina las aguas cloacales y servidas a las calles o a zanjones que conducen al río. Sobrepoblación de roedores y numerosos factores que atentan con la salud pública.
El estudio se desprende de otro mayor orientado a promover la salud en barrios correntinos. Tuvo la finalidad de conocer las carencias de las familias que viven sobre la costa del Paraná en cuanto a sanidad para poder, a partir de allí, delinear proyectos de asistencia que permitan revertir la situación. “Encuestas destinadas a recoger dato de variables ecológicas, sociales y culturales que intervienen en la presentación de enfermedades en barrios ribereños de Corrientes”, es el título del trabajo de campo que se realizó el año pasado y que dio lugar a la formulación y puesta en práctica de una iniciativa que llevará asistencia veterinaria a la zona durante 2010 para disminuir la probabilidad de contraer enfermedades zoonóticas.
La presentación de enfermedades en el hombre depende de un importante número de factores que se combinan entre ellos. Cuando se pretende implementar proyectos de prevención y de control es necesario conocer esos factores determinantes. “Nuestro objetivo general fue recoger datos dentro de una población determinada para implementar proyectos de investigación y extensión en temas referidos a la Salud Pública”, comentó la doctora Raquel Ruiz, docente de la Cátedra Salud Pública de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Nordeste.
El trabajo de campo se realizó en los barrios asentados sobre la costa del Paraná, desde el Molina Punta y hasta el Quinta Ferré. Se hizo un total de 170 encuestas individuales, personalizadas para lo cual trabajó un equipo de 12 docentes y 12 alumnos universitarios. Los formularios incluyeron preguntas básicas, relacionadas al manejo de residuos, eliminación de excretas, mascotas y presencia de roedores.
Resultados. Tras las encuestas, docentes y alumnos pudieron determinar cuán elevados son los riesgos sanitarios con los que conviven estos sectores de la capital. Del relevamiento se pudo saber que el 55 por ciento no cuenta con el servicio de recolección de residuos. “Esto está relacionado con la estructura de los barrios. En muchos casos se trata de pasillos angostos o casas que están en terrenos en bajadas, por lo cual el camión recolector no puede ingresar”, comentó la doctora Ruiz. Dijo que, por tanto, la mayoría de las familias desecha la basura en el mismo río o bien en zanjones que rodean las viviendas y desembocan en el Paraná. “Estos mismos zanjones son los que usan los niños para recrearse en épocas de calor”.
El 94 por ciento posee agua potable, pero la eliminación de aguas cloacales y servidas en un 90 por ciento se hace en las calles o el río. Sobre la convivencia con mascotas, el 100 por ciento manifestó tenerlas, en un promedio de dos perros y un gato por hogar. “De la inspección pudimos constatar que los animales no están desparasitados, están desnutridos y poseen síntomas clínicos compatibles con enfermedades zoonóticas que pueden ser transmitidas a las personas. En los niños, por ejemplo, vimos muchas afecciones dermatológicas relacionada a la convivencia con animales mal cuidados”.
Otro de los factores que alertó al equipo de la Facultad de Veterinarias fue la elevada presencia de roedores, presente en el 36 por ciento de los domicilios y causando importantes perjuicios en los alimentos. “Los roedores son reservorios de enfermedades transmisibles a las personas”, señaló.
Conclusión. “Por lo expuesto podemos decir que nos encontramos ante una población con importantes riesgos de contraer diferentes enfermedades por la alta presencia de roedores, disposición de basura, terrenos anegadizos, costumbre de andar descalzos, convivencia con numerosas mascotas, viviendas precarias y desconocimiento de factores que influyen en la presentación de enfermedades en el hombre”, se resume al final del trabajo.
La docente indicó que la encuesta permitió “conocer cuáles son las necesidades más inmediatas de esta población. En base a los datos escogidos, queríamos implementar otro proyecto para dar respuesta a la demanda desde nuestro campo”. En este sentido, se presentó en la última convocatoria del Programa Voluntariado Universitario, se aprobó y ya está en marcha, un plan de promoción de la Salud y asistencia a mascotas de las barriadas antes mencionadas.
“Estamos trabajando con folletería que explica sobre normas de higiene y salubridad. Esta actividad irá acompañada con desparasitación y atención gratuita para todos los animales de estos barrios carenciados. “Esto es algo que vamos a hacer durante todo un año. Para esto, incluirá el fichaje de todos los animales a fin de que nos permita hacer un seguimiento y lograra disminuir la prevalencia de enfermedades producidas por parásitos intestinales y ectoparásitos en animales y por consiguiente disminuir la probabilidad de contagio en el hombre. De esta forma, aportaremos desde nuestra profesión a mejorar las condiciones de salubridad para esa parte de la población”, finalizó.
Laura Orgoñ
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