lunes, 2 de agosto de 2010

Estudio señala que el 72 % de los estudiantes se automedica, aunque de manera responsable

Un estudio realizado a fines de 2009 determinó que es alto el porcentaje de estudiantes que se automedican. Pese a ello, los responsables de la investigación afirman que un número importante lo hace de manera responsable, conociendo la posología y el tiempo adecuado de consumo. El 72 por ciento de los consultados admitió haber ingerido medicamentos sin previa indicación médica. Entre las drogas más utilizadas prevalecen los de venta libre como los analgésicos. 

“Análisis acerca de automedicación responsable vs. autoprescripción en una subpoblación de estudiantes de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional del Nordeste” es el título de la investigación que se realizó con alumnos de diversos años de la Carrera Odontología, bajo la dirección del titular de la Cátedra Farmacología, doctor Julio César Lotero y la participación de los doctores Viviana Karabén, María Uresberoeta y Setio Morales.

Se realizaron entrevistas a alumnos de primer a quinto año de la carrera con el fin de determinar la prevalencia del autoconsumo, los tipos de medicamentos ingeridos y el nivel de responsabilidad de los jóvenes a la hora de medicarse sin la vigilancia médica. Asimismo, el trabajo analizó la conciencia que se genera a partir del aprendizaje en determinados momentos de la carrera respecto a los efectos de las drogas utilizadas comúnmente.

“Debido a las exigencias a las que están expuestos los estudiantes universitarios es frecuente la aparición real o aparente de una constelación de síntomas generalmente banales. Por ello es habitual la automedicación”, explicó al respecto el director del trabajo, doctor Lotero. Señaló que se la considera una conducta responsable siempre y cuando se conozcan y consuman fármacos cuyas propiedades determinan elevados márgenes de seguridad y baja probabilidad de efectos adversos, “además de ser supervisados por farmacéuticos”.

“Lo que buscamos básicamente con esta investigación, que tiene su precedente en otra de características similares también realizada con estudiantes de Odontología, es ver qué tipo de medicamento consume el estudiante frente a las exigencias cotidianas que representa la vida universitaria que no sólo tiene que ver con lo formativo sino con las nuevas rutinas y exigencias del nivel superior”.

Los Organización Mundial de la Salud, mencionó el profesional, reconoce la automedicación responsable “que se da cuando el consumidor conoce las propiedades generales del medicamento”. Asimismo, “una cosa es la automedicación de fármacos de venta libre y otra, muy distinta, es la de aquellos necesitan una autorización previa, como psicofármacos, antibioticos, otros utilizados por gran parte de la sociedad”.

En este último caso, se habla de autoprescripción, lo cual supone un riesgo para la salud porque se utilizan fármacos que requieren de una receta que valide un acto médico-odontológico. “Esto si es un indicador de uso irracional de medicamentos. Por eso, el propósito de este análisis descriptivo prospectivo fue constatar las competencias de los alumnos para decidir sobre automedicación y evitar autoprescripción”, dijo Julio Lotero.

Método de trabajo. Entre agosto-octubre de 2009 se realizaron encuestas con cuestionario abierto a estudiantes de Odontología de 1º a 5º año. Mediante éstas, se relevó el autoconsumo de medicamentos. Para el análisis, se tomaron en cuenta las drogas más utilizadas, los motivos de consumo y su duración. Respondieron 105 alumnos, 78 del ellos del sexo femeninos y 27 masculinos.

“En una investigación anterior trabajamos de la misma manera y determinamos que, sin bien no era alto el consumo de psicofármacos, si despertaba una alerta. En esta ocasión, más allá de que se trató de un grupo de jóvenes distintos, encontramos que esos índices bajaron. Prevalece sí, el autoconsumo de medicamentos de venta libre, como los analgésicos”, adelantó el especialista y agregó: “Argentina es autoconsumidora porque existe poco control de la regulación en el expendio. Da la impresión que el ciudadano asocia enfermedad con medicamentos, es lo que se llama medicalización de la salud”.

Resultados. Las encuestas buscaron medir el de responsabilidad y de conciencia de los estudiante a la jora de ingerir medicamentos. Se trató de determinar si conocían e interpretaban las propiedades de los medicamentos que ingieren sin previa consulta médica y, a su vez, esto permitió develar si asimilaron los contenidos dados durante el cursado de la material Farmacología que se dicta en el tercer año de la carrera.

“Encontramos que los alumnos de los primeros años no tienen ningún tipo de responsabilidad a la hora del autoconsumir. Ni siquiera leen los prospectos. Los alumnos avanzados sí demostraron seriedad en la ingesta de medicamentos”, resumió el odontólogo.

De los 105 consultados, el 72 por ciento se automedicó. De éstos, el 19 por ciento lo hizo por consejo de otros y 9 por ciento por prescripción médica anterior. En cuanto al ranking de fármacos consumidos, el 82 por ciento correspondió a analgésicos, antipiréticos antiinflamatorios no esteroideos. Las ingesta de éstos fue, en un 77 por ciento, por padecer algún dolor, y el 17 por ciento, por tener dolor y fiebre. Por la misma razón, el 9 por ciento de los encuestados utilizó antibióticos y el 5 por ciento antiespamódicos. Otros medicamentos consumidos fueron corticoides; antihistamínicos y asociaciones de antigripales.

Asimismo, 83 por ciento refirió breve duración de consumo relacionado con la desaparición de la sintomatología mientras que 10 por ciento reconoció haber consumido por una semana. “Cuando más breve es el consumo menor probabilidad de efectos adversos. Afortunadamente, ninguno expresó uso crónico”.

Por otra parte, “del total de encuestados el 49,5 por ciento desconocía las propiedades de los medicamentos consumidos debido a que estaban cursando el Ciclo Básico, en cambio los que cursaron el Ciclo Profesional, al adquirir conocimientos farmacológicos, únicamente el 5,7 por ciento consideró poseer mala información mientras que el 44,7 por ciento alegó conocer el perfil del medicamento consumido”.

Resistencia. Si bien, los resultados del trabajo no encienden alerta sobre el uso indebido de medicamentos, en general, el doctor Julio Lotero resaltó una tendencia que se ve en la sociedad y que preocupa a la comunidad médica internacional: La autoprescripción de antibióticos.

En este sentido, indicó que el uso de estas drogas son indicaciones precisas generó una resistencia bacteriana importante. “Es una preocupación de la Organización Mundial de la Salud ya que las nuevas tendencias muestran una inefectividad creciente de éstos para el tratamiento de patologías infecciosas, relevantes de la comunidad”.

“Los antibióticos no se deben ingerir sin previa prescripción médica”, enfatizó para finalizar.

Laura Orgoñ

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