Dolor crónico y riesgo de caídas en ancianos

Dr. Antonio Hessel

Medico Experto en tratamiento del Dolor

Una de las causas predisponentes a las caídas en pacientes ancianos es la presencia de dolor crónico, cuyo tratamiento es también una medida de tipo preventiva.

Las caídas y sus consecuencias son hechos frecuentes entre la población de más de 70 años, ya sea que vivan solos o residan en instituciones para personas mayores. Estos eventos pueden desencadenar otros problemas de salud relacionados con su tratamiento, el reposo en cama, los costos emergentes y varios aspectos relacionados con la calidad de vida. Por lo tanto, todos los esfuerzos que pueden dirigirse en pos de su prevención resultan más que bienvenidos.

En este sentido, surge una interesante información publicada en la prestigiosa revista médica JAMA del corriente año. La investigación extrajo datos de un estudio de seguimiento poblacional denominado MOBILIZE Boston Study. Este estudio incluyó a 749 individuos con 70 años de edad o mayores, seguidos a lo largo de 3 años.

Entre los aspectos que se relevaron se incluyó al número de caídas registradas en un período de 18 meses, lapso durante el cual 55% de los participantes habían experimentado por lo menos 1 caída. Cuando se analizaron los factores o circunstancias más comunes entre quienes se habían caído se pudo constatar que el riesgo de estos accidentes era mayor entre quienes padecían más focos de dolor crónico (por ejemplo, dolores articulares) o dolor de mayor intensidad que interfería con las actividades cotidianas.

Los autores del trabajo, piensan que los factores involucrados en esta asociación entre dolor crónico y riesgo de caídas incluyen:

* presencia de enfermedades articulares que pueden predisponer a caídas

* efectos de la esfera neurológica y muscular que conducen a debilidad de la musculatura

* interferencia del dolor con las funciones ejecutivas o cognitivas, que llevan a pérdida o reducción de los sentidos de alerta o percepción de elementos que aumentan el riesgo de caídas (por ejemplo, disminución de la percepción de obstáculos mecánicos, etc.)

Los hallazgos de estos investigadores nos sirven para enfatizar la importancia de no descuidar los cuadros de dolor crónico, particularmente en los ancianos, que muchas veces consideran como natural tener dolor de manera permanente.

Más allá del perjuicio sobre la calidad de vida que implica sufrir un dolor permanente, es preciso considerar el mayor riesgo de caídas, que sin duda acentuará cualquier otro padecimiento doloroso previo. Para controlar el dolor, existen muchos medicamentos y estrategias médicas útiles; no deje de consultar con su médico cual es la indicada en cada caso individual.

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