lunes, 19 de abril de 2010

LIMITES

Teresita del Valle Santoro de Frechou

Se opina de manera deliberada sobre este tema .
Declaraciones como: ”no podemos imponernos”,”podemos dañar su personalidad”
“deben experimentar”, determinan actitudes peligrosas con toques permisivos. ¿Cuesta de cir NO?


Debemos tener claro lo que implica educar para la madurez. Somos conscientes que el adolescente está aprendiendo a discernir, por lo tanto aún no capta las consecuencias de decisiones complicadas que lo llevarían a situaciones irreversibles.

Me detengo a analizar el término ”discernir” que no es otra cosa que detectar las ventajas y desventajas o buscar el pro y el contra de ciertas acciones. Detengámonos,.. aquí exige PENSAR, y lo tenemos que hacer en principio con él o ella, despojándonos de supremacías en experiencias, con el respeto y la consideración comprensiva que dispone el adolescente, ponderando la importancia que tiene según su capacidad .

Manejemos estas situaciones en un clima amistoso y motivador, si la misma se abordó en un momento donde ingresan reclamos muy comprometedores, tómese su tiempo, realice un paréntesis.

La verbalización recargada e insistente terminará en un “me tienen cansada/o”.Aplazar el tema, puede ser una estrategia que adopta el adolescente.

El NO debe tener sustentabilidad, es más fácil, cuando nuestros hijos nos admiran y tiene confianza en nuestros actos.

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