sábado, 27 de marzo de 2010

EPILEPSIA EN LOS NIÑOS (I)

DRA. MARCELA LOPEZ- NEURÓLOGA
¿Por qué se produce la epilepsia?
El cerebro está formado por células llamadas neuronas. Se comunican entre sí mediante impulsos eléctricos. Dichos impulsos son los que hacen que realicemos movimientos voluntarios o recibamos sensaciones procedentes del mundo que nos rodea.


Las crisis epilépticas se producen por descargas desorganizadas de impulsos eléctricos en grupos de neuronas. Si la alteración de las neuronas está localizada en un lugar del cerebro suele dar lugar a crisis focales.

Cuando existe una excitabilidad general del cerebro en su conjunto, da lugar a crisis generalizadas, en las cuales no se suele encontrar una anomalía evidente en el cerebro y posiblemente sean debidas a una anomalía en la regulación de la comunicación de las células cerebrales, tal vez hereditaria, de origen genético. La epilepsia se manifiesta en todas las edades, en el 76.8 por ciento se presenta antes de la adolescencia, 16.3 por ciento aparece en el adulto joven, 5.2 por ciento y 1.7 por ciento en los adultos y ancianos respectivamente.

Se ha definido como epilépticos aquellos pacientes que habían sufrido dos o más crisis, que pueden cursar con alteraciones electroencefalográficas.

¿Cuáles son los factores de riesgo para que un niño presente eventos epilépticos?
1- prenatales. Infecciones virales durante la gestación pueden producir lesiones epileptogénicas, reportándose hasta en un 20 por ciento de epilepsia en niños con rubéola congénita, al igual de la infección por citomegalovirus y toxoplasmosis.

2- perinatales, tales como la encefalopatía hipóxico isquémica o las malformaciones congénitas cerebrales, en diversos grados, las convulsiones recurrentes son frecuentes.

3-postnatales se encuentran los traumatismos craneoencefálicos, en los cuales se ha estimado que pueden traer como secuelas la epilepsia alrededor del 7 por ciento haciendo énfasis que la presencia de sangre dentro del cerebro es un factor muy importante para la génesis de epilepsia.

Las infecciones del sistema nervioso central, como las meningitis, ha reportado presencia de crisis hasta en un 30 por ciento en etapa aguda y con persistencia de crisis hasta en un 7 al 10 por ciento, siendo este tipo de crisis de difícil control, especialmente las producidas por Haemophilus Influenzae (virus de la gripe)

CARACTERÍSTICAS CLINICAS
No todas las crisis epilépticas son convulsivas, para aclarar este punto, recordemos las clásicas crisis de "ausencia" en las cuales el pequeño presenta desconexión con el medio por breves periodos de tiempo, pudiendo suceder este fenómeno en múltiples veces al día, particularmente en la escuela, siendo en muchas ocasiones los profesores los primeros que detectan este tipo de epilepsia, que aunque es un evento generalizado, con alteraciones electroencefalográficas, es considerado un ataque epiléptico NO convulsivo.

A diferencia de los eventos convulsivo tonicoclónico generalizado, en donde se observa un paciente que sufre una caída súbita con movimientos violentos, de sacudidas en todo el cuerpo, así como salivación excesiva y relajación de esfínteres. Deben evitarse los factores que se sabe desencadenan un ataque en un niño determinado, tales como la televisión, videojuegos, luces de discoteca, etc.

¿Cómo se diagnostica?
Lo más importante para que el pediatra o el neurólogo diagnostiquen la epilepsia, es una descripción detallada de las crisis. Fijarse muy bien cuando el niño tiene el ataque y recoger todos los detalles, la duración, etc. Posteriormente el médico examina al paciente. Una vez establecida la sospecha diagnóstica se complementa con pruebas que ayudan a detectar cuál es el origen de las crisis.

Las pruebas más importantes son la tomografía axial computerizada (o TAC) cerebral, la resonancia magnética cerebral (RM) y el electroencefalograma (EEG). Las dos primeras son útiles para ver la estructura del cerebro y pueden detectar la presencia de tumores, cicatrices, quistes, malformaciones cerebrales, etc. Un EEG es una prueba que consiste en medir la actividad eléctrica generada por el cerebro. No sirve para medir la inteligencia !

¿Cómo se trata?
La epilepsia es una enfermedad tratable. Afortunadamente, la mayoría de los niños que la padecen pueden ser controlados con la medicación antiepiléptica (anticonvulsivantes o anticomiciales) especialmente indicados para cada tipo específico de epilepsia

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