jueves, 7 de enero de 2010

Nacen alrededor de 4 mil niños con el parásito del Chagas

El Instituto Nacional de Parasitología Fatala Chabén (INP) dio conocer un informe que determina un muy bajo índice de detección de de casos de padecimiento del Mal de Chagas, por lo que en este país nacen alrededor de 4 mil niños y niñas con el parásito.
( Agencia Infancia Hoy).- Se estima que cada año en el país nacen aproximadamente 4000 bebes infectados con el Tripanosoma cruzi, debido a que sólo se diagnostican unos 300 casos, según lo señala el informe que elaboró el Instituto Nacional de Parasitología Fatala Chabén (INP).


La transmisión congénita del parásito que causa el mal de Chagas es un problema de salud pública que no puede pasar inadvertido; sin embargo, debe señalarse que cuando a esos bebes se les realiza el diagnóstico y el tratamiento adecuados, la curación es posible en un ciento por ciento.

Cuando no se detectan señales del parásito en los primeros meses de vida, el seguimiento debe sostenerse hasta el año o el año y medio, ya que los bebés desarrollan los propios anticuerpos recién a partir del octavo mes.

El informe de INP determina que, cuando el diagnóstico se realiza con uno o dos controles antes del séptimo mes, sólo se descubría una pequeña fracción de los casos de transmisión congénita del T. cruzi; sin embargo, cuando los controles se extendieron hasta los 12 meses, la identificación de la infección se multiplicó aproximadamente unas cuatro veces.

"El diagnóstico de los bebes es sumamente importante y hay que hacer por lo menos dos o tres pruebas para conocer si un bebe está infectado congénitamente", precisó la Dra. Rita Cardoni, investigadora del Conicet en el Departamento de Investigaciones del Fatala Chabén-, que agregó: "En una primera etapa, en la que el bebé tiene los anticuerpos maternos que pasaron por la placenta y el calostro, no se le puede hacer el diagnóstico a través de los anticuerpos porque pueden ser los de la madre." En esos momentos, sólo queda determinar si hay parásitos circulando por el organismo; si es así, se indica un tratamiento supervisado con fármacos tripanocidas. "Es sencillo, gratuito y dura unos dos meses con muy buena tolerancia y mínimos efectos secundarios. Además, evita las complicaciones futuras y los problemas de discriminación, porque el parásito del Chagas está asociado con la pobreza", enfatizó Cardoni. Si en los primeros siete meses no se encuentra el parásito, el informe aconseja realizar más controles a partir del octavo mes, cuando el bebé ya tiene los propios anticuerpos y no habrá que depender del T. cruzi circulante para confirmar la infección.

El estudio del INP incluyó a 267 embarazadas infectadas, que vivían en una zona no endémica (el primer cordón bonaerense) y en casas sin vinchucas. Ninguna había viajado a áreas endémicas (norte del país) ni había recibido transfusiones en el embarazo. "No está comprobado que haya transmisión vectorial en la provincia de Buenos Aires, pero es justamente la que más población inmigrante y migrante tiene desde y hacia las áreas endémicas, incluidos Bolivia y Paraguay, y que pueden estar transmitiendo el T. cruzi a los hijitos", comentó Sonia Tarragona, Directora General de la Fundación Mundo Sano, quien no participó en el estudio.

Por otro lado, la encuesta que se realizó en septiembre del 2008, en las maternidades públicas de la provincia de Buenos Aires, reveló que había 200 madres infectadas y, en muchos casos, no se había hecho el seguimiento del bebé; el informe estima que por cada caso diagnosticado hay entre 6 y 12 que no se detectan.

El equipo del INP usó una pequeña muestra de sangre de cada bebé para hacer tres controles (al 1°, 6° y 12° mes de vida); en algunos casos, el seguimiento se extendió hasta los 18 meses, y cada control incluyó tres técnicas de análisis; el 11% de esas mujeres les transmitió la infección a los hijos. El diagnóstico negativo sólo pudo asegurarse a partir de los 10 meses de edad", concluye el informe, que está refrendado por la Dra. Ana María de Rissio, Jefa del Servicio de Diagnóstico del INP, y la Bioquímica Karenina Scollo. En ese mismo informe se determinó que mientras en el primer control (al mes de vida) se pudo diagnosticar al 48% de los bebes infectados, en el tercer control (a los 12 y 18 meses) se identificó al 100 por ciento.


En el país, el 9% de las embarazadas están infectadas con el T. cruzi; y, en general, indicó Cardoni, son jóvenes crónicamente infectadas, pero sin la enfermedad: "tienen que estar atentas a la posibilidad de transmitirles el parásito a los hijos y comprobarlo para iniciar el tratamiento, dijo la médica, quien finalizó: "Muchas veces, aunque el seguimiento hasta el año de vida figura entre las recomendaciones del Ministerio de Salud de la Nación, se descartan la infección cuando en el primer control no sale nada."

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