El calor ya invita a zambullirse en la pileta o a preparar la lancha o la moto acuática para disfrutar del rió o del mar. Por eso es muy oportuno tomar algunas precauciones con los chicos y los adolescentes para evitar los accidentes.
Pero ¿Cuál es el mejor chaleco salvavidas? ¿Hay que usar casco para andar en moto de agua? ¿Sirve la matronatacion para aprender a nadar? ¿Cuándo se considera segura una pileta? ¿Conviene zambullirse en un espejo de agua? ¿Cuándo es seguro llevar un bebe a bordo?
Las respuestas elaboradas por un grupo de pediatras especializados en prevención de accidentes, ayudan a evitar el ahogamiento, la segunda causa de muerte en los menores de 15 años. “La noción de peligro, que es un conjunto de percepciones y aprendizajes que resguardan la integridad física, se adquiere alrededor de los 4 años”, precisan los autores del Consejo Nacional de Prevención de Ahogamiento de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).
Esa es la mejor edad para empezar con las clases de natación, que suelen ser mas efectivas cuando están a cargo de un profesor y no de un familiar. El contacto previo con el agua, como ocurre con la matronatcion,”sirve para que el chico tome confianza con el agua y que aprenda a disfrutar y a respetar el agua, pero no para que aprenda a nadar ni a mantenerse a flote; además, puede generar en los padres una falsa sensación de seguridad. Con la primera bocanada de agua que traga un chico, ya no puede gritar ni pedir ayuda”, explico el doctor Carlos Nasta, presidente de la Subcomisión de Prevención de Accidentes de la SAP y redactor del documento.
Junto con él, 38 pediatras revisaron todas las normas nacionales e internacionales para prevenir los factores de riesgo asociados con las actividades en el agua de chicos y adolescentes. El trabajo revelo una gran desorganización de esas normas.”Existe una gran desinformación y una gran dispersión de la información, que también es ambigua, contradictoria o deformada.”
El chaleco, incluido para los menores de 4 años, se debe comprar según el peso y no la edad de los chicos. Debe mantenerlos a flote, con la cabeza fuera del agua; tener una abertura en el frente, con tres broches de seguridad como mínimo y una correa no extensible, que una la parte delantera y trasera por la ingle con un broche.
Los expertos desaconsejan el uso de brazaletes inflables, colchonetas, cámaras de automóvil o los salvavidas anulares clásicos de las embarcaciones porque “no ofrecen ninguna garantía”, ni siquiera en una pileta segura
En los arroyos, los rios, las lagunas o el mar, la turbidez, los pozos de agua y la contracorriente actúan como “trampas” paro los chicos, ya que felicitan el desplazamiento de cuerpos al sumergirse e impiden reconocer rápidamente signos de agotamiento. Para ingresar en un espejo de aguas oscuras, recién a partir de los 8 a 10 años, un chico debe hacerlo caminando lentamente y de la mano de un adulto. La primera inmersión es conveniente hacerla con zapatillas livianas para evitar lesiones.
Algunos requisitos para una pileta segura Cerco perimetral completo, de 1,30 m. de alto como mínimo.
Puerta única con mecanismo de apertura no accionable por niños.
Los bordes y el piso deben ser antideslizantes.
Bocas de succión de agua cubiertas por una rejilla de trama cerrada.
Escalinatas de acceso de poca pendiente, con escalones anchos y rectos, con barandas y pisos antideslizantes.
No dejar mesas o sillas cerca del cerco, que faciliten un escalamiento.
Dra. Cristina Airaldi
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