viernes, 23 de octubre de 2009

¿QUÉ ES EL TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD?




El TDA-H está considerado como un problema socio-comportamental con una base biológica, todavía no bien conocida.

Desde la perspectiva médica, se considera un problema de salud, pero NO es una enfermedad en el sentido que solemos dar a este término. Es una diferencia biológica, congénita, que se manifiesta desde los primeros años de vida, aunque no se puede diagnosticar con seguridad hasta los 4-5 años de edad.

Los niños hiperactivos, como se denomina abreviadamente a quienes presentan esta característica, se mueven constantemente y no son capaces de mantener su atención en algo durante un tiempo razonable. Esto conlleva retrasos en múltiples aprendizajes, especialmente en los aprendizajes cognitivos, por lo que manifiestan comportamientos impulsivos (de falta de reflexión) mucho más tiempo que los niños normales.

Además, la falta de reflexión y atención, favorece que se retrasen muchos otros aprendizajes: habilidades de cuidado personal, de conducta social, de lectura y escritura, etc..

Su movilidad excesiva explica una torpeza motriz que no se debe a problema neurológico alguno, sino a la falta de atención y cuidado en sus movimientos.

Los estudios realizados, indican que entre un 3% y un 7% de la población puede presentar este problema, que también parece más frecuente en niños que en niñas. Sin embargo, parece haber una insatisfacción entre investigadores con los métodos e instrumentos empleados para hacer estos estudios en el pasado. Por ello, no podemos dar como seguras estas conclusiones, sino que debemos considerarlas provisionales.

En Argentina, no se ha realizado estudios de prevalencia para conocer cuantos niños de la población general pudieran presentar el problema.

Es especialmente difícil ser el padre de un niño que está lleno de actividades descontroladas, deja desórdenes, es irritable y no escucha o sigue instrucciones. Los padres a menudo se sienten impotentes y sin recursos. Los métodos usuales de disciplina, tales como razonamiento y retos no funcionan con este niño porque el niño en realidad no elige actuar de estas maneras. Es solo que su autodominio va y viene. A raíz de pura frustración, estos padres reaccionan dándoles palizas, le ridiculizan y le gritan al hijo a pesar de que saben que no es apropiado. Su respuesta deja a todos más alterados que antes. Entonces se culpan a sí mismos por no ser mejores padres. Una vez que se diagnostica el niño y recibe tratamiento, algo de la perturbación emocional dentro de la familia comienza a desvanecerse.

La intervención terapéutica es interdisciplinaria y teniendo en cuenta los contactos en los que se desenvuelve la vida del niño desde la detección del trastorno, la particularidad del mismo y la edad del paciente van a marcar el tipo de intervención más adecuada. Teniendo en cuenta:
-Apoyo psicológico y social.
-Orientación a los padres para la aplicación de un programa en el medio familiar.
-El tratamiento es planificado y sistematizado, de acuerdo a las técnicas de cada disciplina en un programa coordinado para favorecer un enfoque integral del paciente.

Área Psicológica
Ante todo se orienta a los padres para crear:
-Un ambiente familiar: estable – consistente – explícito – predecible.

-Terapia cognitiva – conductista.
-Adiestramiento en cuanto a destrezas sociales.
-Los grupos de apoyo.
Adiestramiento en destreza en cuanto al cuidado de hijos.
-Orientación en el ambiente escolar.

Área Educativa
Una manera efectiva de modificar el comportamiento, es a través de una ayuda educativa regida por premios, estímulos, economía de ficha y contrato de contingencias.En los Consultorios Externos del Centro del Niño Especial, se llevan a cabo estas intervenciones terapéuticas interdisciplinarias.

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