martes, 19 de julio de 2011

SALUD PÚBLICA Impulsan actividades para detección temprana y la atención de la sordera

En el marco de la XXI Semana de la Lucha contra la Sordera, el Ministerio de Salud Pública a través del Programa Provincial de Hipoacusia lleva a cabo actividades para impulsar la detección temprana y atención de la sordera.

Del 18 al 22 de julio se desarrollan actividades en todo el país con el fin de concientizar a la población sobre la importancia de la detección temprana de la hipoacusia infantil –que afecta de 700 a 2100 niños al año– y de proveerles una atención y rehabilitación adecuada para que pueden desarrollar el lenguaje.

La sordera es la falta de capacidad para escuchar los sonidos y puede producirse por factores hereditarios, congénitos y adquiridos desde el momento del nacimiento, o desarrollarse a lo largo de la vida, obedeciendo a numerosos factores causales. Cuando la hipoacusia es tan profunda que no se percibe ningún sonido es denominada sordera.

En Corrientes se están haciendo controles de detección temprana de hipoacusia en capital en el Hospital Pediátrico “Juan Pablo II” y en la Escuela Especial Helen Keller. Además se realizan en Goya, Bella Vista y en Mercedes. Además de las actividades se está haciendo capacitaciones en la Capital una vez por mes también un curso de formación para el uso del otoemisor.

Además en la Provincia se están realizando distintas charlas sobre la importancia de la Red de Detección Temprana de la Hipoacusia, sobre todo en el área pediatría y otorrinolaringología.

Con respecto a los datos que se conocen en Corrientes, el referente del Programa Provincial de Hipoacusia Jorge Iglesias señaló que “el tres por ciento de cada mil chicos pueden tener algún problema de hipoacusia”.

Señales que alertan
El diagnóstico temprano es importante para poder brindar a su hijo un tratamiento adecuado y prevenir complicaciones en el desarrollo de su vida social.

Si tiene menos de un año:
- Sólo reacciona ante ruidos fuertes.
- Se asusta cuando alguien se le acerca por detrás.
- No balbucea o dejó de hacerlo.
- No responde a los estímulos de la familia (voces, sonidos, etc.

Si tiene más de un año:
- No responde cuando lo llaman.
- Al nombrarle un objeto no lo reconoce.
- Se comunica sólo con gestos, sin usar la voz.

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