Muy por el contrario de lo que publicara diario el Litoral en su edición del día domingo 21, la demolición de la Capilla del Barrio Itatí se realizó inconsultamente y sin la aprobación de los frailes capuchinos que tenían a su cargo el centro religioso.
Destrucción, bien dice la nota del diario El Litoral del día domingo 21, que utilizo su tapa para mostrar los escombros de la Capilla de Nuestra Sra. de Itatí ubicada en dicho barrio, en una nota cargada de mentiras emitidas por Gómez Samela.
Los vecinos del barrio se sienten indignados, nunca pensaron que esto iba a suceder, lo que estaba a la vista de todos, el lugar donde la gente del barrio acudía a misa, los niños a la catequesis y al merendero que allí funcionaba, ya es parte de la historia de este empobrecido sector de nuestra ciudad, ni lo espiritual, ni lo social, hicieron retroceder la decisión que el municipio arbitrariamente ya había tomado.
Ni el Parroco Sauro Ceccarelli estaba al tanto de semejante decisión, ni el padre Jorge Cittadini estuvo en el lugar en el momento de la demolición, esta versión que comunica el funcionario municipal Gomez Samela es solamente para justificar lo que ya se había realizado.
Los vecinos de la zona comentaron “Bajo ningún punto de vista esto fue autorizado por los religiosos, ya que lo que se quería era poder contar primero con la construcción de la nueva capilla, para luego recién prescindir de dicho lugar, únicamente hubo tiempo antes de la demolición para retirar la imagen de la Virgen, bancos y algunas otras cosas que fueron ubicadas en las casas de algunos vecinos del lugar”.
Si las intenciones de la comuna capitalina eran buenas, ¿por qué no se previó primero tener el lugar físico para luego demoler el lugar? ¿Por qué no se comunicó este funcionario Samela, realmente con el párroco de la Parroquia Pompeya que tiene a su cargo este lugar? ¿Por qué se habla de la presencia del Padre Cittadini si este no se encontraba en ese momento? ¿Por qué no se comunico también a la gente del lugar lo que se estaba por hacer?
Todo esto nos lleva a pensar que lo que es importante para el pueblo, no es importante para Kamau, parece ser que la molestia de este surgió al saber, que los religiosos tramitaron ante la Nación el financiamiento de la construcción de la nueva capilla y que este subsidio no pasaría primero por las arcas del municipio y así disponer del dinero a su antojo.
La demolición de la Capilla Virgen de Itatí y el merendero que allí funcionaba fue el producto de una pelea por el poder del Intendente Kamaú Espinola, ya que según manifestó a los responsables de cuidar la capilla “las obras si son con plata de la Nación deben pasar si o si por el municipio”.
Los Frailes nombrados en la nota por diario El Litoral nunca consensuaron con la Intendencia la demolición de la capilla y vecinos señalaron que en ese lugar se ofrecían servicios religiosos, bautismos y otros sacramentos del credo católico. Además se daban clases de catequesis y funcionaba un merendero para los niños del barrio, cumpliendo el rol de asistencia social además de la espiritual.
“Todo lo que publico diario El Litoral es mentira” manifestaron vecinos del lugar que prefirieron mantener el anonimato por miedo a represalias por parte de la Intendencia, “el Párroco de Pompeya Fray Sauro Ceccarelli nunca consintió a la demolición, ni Fray Jorge Cittadini presencio la demolición” continuaron denunciando.
Los vecinos aclararon además que “si la capilla se vuelve a construir es gracias a las gestiones de los frailes ante Nación y no a Kamau como el personaje este quiere hacer creer a la comunidad”.
A partir de esta semana los niños de la catequesis de la capilla Virgen de Itatí dieron sus clases en el sitio baldío, donde también los frailes de la Parroquia Pompeya realizaran los oficios religiosos
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