Desde el área nutricional de la Dirección de Maternidad e Infancia de la Provincia hacen hincapié en la alimentación adecuada durante el embarazo. Necesidad vital tanto para la futura mamá, como para el bebé que está creciendo en su vientre, además de la importancia de producción de leche materna, alimento ideal para el recién nacido en los primeros meses de vida.
La licenciada en Nutrición, Iris García de Nebreda, integrante del equipo multidisciplinario de la Dirección de Maternidad e Infancia habló de las necesidades alimentarias y hábitos saludables durante el embarazo, “condición que plantea las mayores demandas nutricionales en la vida de una mujer”, enfatizó la especialista.
En ese sentido explicó que existen tres condiciones necesarias para poder satisfacer las necesidades de energía y nutrientes que requieren el feto y los anexos placentarios. Por un lado, que el embarazo ocurra a una edad en la que se encuentre plenamente desarrollada la capacidad reproductiva de la mujer. Por otro, que la situación nutricional de la mujer en edad fértil sea buena desde antes de la concepción. Y finalmente, que la alimentación durante el embarazo sea la adecuada.
AUMENTO DE NECESIDADES
Indicó que durante el período de gestación aumentan las necesidades de hierro, calcio y vitaminas. No obstante a partir del segundo trimestre aumentan las necesidades de energía para satisfacer el crecimiento fetal y aumentar la cantidad de tejido graso que favorecerá la secreción de leche durante el período de lactancia.
Al ampliar a cerca de la alimentación saludable en la mujer embarazada, la Lic. García de Nebreda señaló que la mejor forma es suministrarle una alimentación variada, sobre todo incluyendo alimentos como leche, carnes, vegetales verdes y amarillos y frutas. Además de la importancia de la ingesta de lácteos, especialmente por su aporte en calcio.
ADVERTENCIAS
Si el incremento de calcio necesario para el crecimiento de los huesos del feto no es cubierto por la dieta, éste tomará parte del calcio de los propios huesos de la madre, corriendo el riesgo de sufrir osteoporosis en el futuro.
En ese sentido, los vegetales frescos, ricos en vitamina C (como tomates y cítricos) son importantes no sólo por su contenido en vitaminas, sino porque favorecen la absorción del hierro de los alimentos. Debemos promover una adecuada ingesta de hierro, evitando o alejando de las comidas principales, los alimentos inhibidores de su absorción tales como el té, mate, yema de huevos, harinas integrales (trigo, arroz, pan integral), salvado de trigo o avena.
La anemia durante el embarazo aumenta la morbilidad de la madre, es un factor de riesgo de bajo peso al nacer y determina una disminución de su capacidad y disposición para el cuidado del niño después del parto.
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