Mucho tiempo de recalcó sobre la necesidad de desinfectar el baño diariamente, y actualmente esta premisa dio resultado. Hoy nadie dudaría en dejar de limpiar un día ese rincón de la casa.
Estudios hechos en hogares muestran que, comparada con años anteriores, la concentración microbiana descendió en los baños, al tiempo que la concentración de gérmenes se incrementó en las cocinas.
“El 80% de las enfermedades las contraemos en casa” lo advirtió hace poco la Organización Mundial de la Salud, según estudios en hogares que evaluaron cómo vivimos, y cómo limpiamos, y revelaron que un gran volumen de enfermedades se genera en nuestras casas.
Es aconsejable tener dos esponjas o trapos de colores variados para diferenciarlos, para la higiene del baño y la cocina. La gente se preocupa por tener limpio el inodoro y después se bañan en la bañadera que no higienizan con la misma asiduidad y que suele estar más contaminada que el inodoro, dado que la 'suciedad' que cae luego del baño diario queda adherida a las superficies.
Entre los errores más comunes a la hora de limpiar la cocina el mas común resulta ser dejar los platos sin lavar. A la hora y media los gérmenes se multiplican (y cada media hora lo hacen al doble) por lo que a la mañana lavamos los platos y quedan limpios, pero en la esponja quedan alimentos y restos de microorganismos, que después se transfieren a lo que se limpia.
Al terminar de usar las esponjas y trapos se los DEBE lavar y colocar en un recipiente con un litro de agua y una cucharada de lavandina. Esa agua se deberá renovar diariamente y así se asegurará que los utensilios de limpieza estén “siempre limpios y desinfectados”.
Si se realizan las tareas de limpieza a conciencia, se reduce el riesgo de contraer enfermedades infecciosas en más de 95%.
La cocina en su totalidad es el lugar de la casa más “contaminado”, a pesar de que la mayoría piense que es el baño.
A modo de ejemplo, cuando cocinamos debemos tener en cuenta algunos puntos básicos, si se va a cocinar carne con ensalada, la carne tiene su contaminación, pero a 300/360 grados se destruye, es decir que la adecuada cocción destruye los gérmenes. En el caso de la verdura, se la debe desinfectar en un litro de agua con una cucharada de lavandina, que no sólo no tiene gusto a nada, sino que tampoco tiene efecto tóxico pero si alguien no quiere desinfectar las verduras, podrá preparar la ensalada, luego ponerla en un bol con vinagre o limón y dejar cinco minutos.
También es preferible tener tablas diferentes para la carne y las verduras y cuando se gastan y ponen porosas cambiarlas, dado que suelen quedar restos de alimentos difíciles de eliminar.
¿Es posible tener una casa 100% limpia y desinfectada? En realidad no, pero puede lograrse una concentración de microorganismos tan baja, que el riesgo de enfermarse sea mucho menor. Recordar siempre la relación directa entre higiene, salud y calidad de vida.
Tanto los bebés como los ancianos integran los llamados “grupos más vulnerables”, junto con la población de bajos recursos y malas condiciones sanitarias.
Si todos siguiéramos estos pocos concejos, el mundo no tendría epidemias. No DEBEMOS RELAJARNOS en relación a las medidas de seguridad, ya que si esto sucede los gérmenes regresan con más fuerzas.
Dra. Maria Andrea Gajo Gane
Pediatra infectologa
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