El cuidado oftalmológico de los niños es importante, porque los primeros años de la vida son fundamentales para el desarrollo de la visión. El sistema visual en el niño es inmaduro y está en constante proceso de crecimiento y maduración.
Se estima que del 2% al 5% de la población padece la falta de desarrollo de la visión de un ojo, lo que se denomina ambliopía. Es la principal causa de ceguera monocular. La mayoría de estos niños han sido diagnosticados recién en edad escolar, demasiado tarde para un tratamiento exitoso.
La agudeza visual se desarrolla desde el nacimiento hasta los 7 u 8 años de edad, periodo denominado plasticidad sensorial. Una anomalía ocular no diagnosticada a tiempo puede detener el desarrollo de la visión y dejar defectos que persistirán durante toda la vida. Por lo tanto, el diagnostico oportuno a cargo del pediatra definirá el futuro visual de ese niño.
Hay niños que han nacido con su visión normal, pero por factores accidentales o bien por agresiones físicas, mecánicas, químicas o infecciosas, se puede afectar su visión.
Es el pediatra quien brinda la atención primaria del niño y realiza su seguimiento madurativo. El periodo de máxima plasticidad sensorial está entre los 2 a 3 años.
Pautas madurativas del niño normal:
Recién nacido: mirada vaga e incierta
Segunda semana: respuesta a un estimulo luminoso
Al mes: fija la mirada, sigue el rostro de la madre
Segundo mes: sigue objetos en movimiento
Tercer mes: se mira la mano, toma objetos
Sexto mes: mantiene los ojos derechos.
Dra. Cristina Airaldi
Medica Cirujana MP 1886
Clínica Médica de Niños y Adolescentes
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