Los gritos de sapucay más enérgicos desde público se escucharon este domingo en dos momentos durante la segunda noche del anfiteatro Cocomarola, correspondiente a esta 22º Fiesta Nacional del Chamamé y 8º del Mercosur. De este modo, una multitud rindió homenaje a los caídos y ex combatientes de la Guerra de Malvinas, así como también a la Virgen Peregrina de Itatí que ingresó al lugar y fue bendecida por el arzobispo Andrés Stanovnik.En ambas ocasiones los alaridos guaraníticos fueron precedidos por un respetuoso silencio que luego explotó en fervor, puesto que se tratan de sentimientos muy arraigados en la cultura correntina. La noche que se presentó en óptimas condiciones climáticas acompañó el marco de público que repitió el lleno total del debut en la víspera, como así también la actuación de artistas de alto nivel, como Antonio Tarragó Ros y Mario Boffil.
Los encargados de llevar adelante el sentido homenaje a los malvineros fueron Toto Sheman en voz y Pepe Verdún con guitarra. Interpretaron canciones alusivas y nombraron a los correntinos caídos en combate, mientras que entremezclados en el público un numeroso grupo de ex combatientes levantaban una extensa bandera argentina con las Islas Malvinas en su centro, exclamando los más vibrantes sapucay que fueron acompañados por la multitud.
El director provincial de Malvinas Argentinas y presidente del Centro de Ex Combatientes, José Galván, estuvo junto a sus camaradas y calificó de “muy emocionante” el momento que vivieron en la ocasión, por lo que expresó a la prensa su agradecimiento al Instituto de Cultura y al Gobierno por este homenaje que se les rindió.
Cabe destacar que Verdún es ex combatiente y que en Malvinas tocaba su guitarra hasta que debió utilizarla como combustible para arder una fogata que lo protegiera del extremo frío antártico que sufrieron los soldados argentinos. “Cuando tenía la posibilidad de esbozar un rasguido, sonaba un chamamé y al instante se sentían gritos de sapucay, al tiempo que también se escuchaba decir ‘ahí están los correntinos’”, relató Galván como anécdota y agregó luego: “Para nosotros el sapucay es un grito de guerra”.
En tanto, mientras brindaba sus declaraciones, adelantó que se colocarán carteles en distintas localidades de la provincia que rezarán “Corrientes, cuna de héroes” junto a la leyenda “De Corrientes a Malvinas, 2700 kilómetros”, como gestión del área gubernamental que conduce.
Bendición de Stanovnik
El arzobispo de Corrientes, monseñor Stanovnik estuvo en el anfiteatro para bendecir a la Virgen Peregrina de Itatí que llegó a la Capital especialmente para esta fiesta. Por la tarde, la imagen religiosa había sido parte de un raid náutico por el río Paraná como forma de veneración y al ingresar por la noche en el Cocomarola recibió una ovación de la multitud presente.
Durante su bendición, Stanovnik afirmó que “el chamamé es síntesis de la correntinidad, tanto en su música, como en su letra”, mientras que “la danza es la expresión de la unión entre el hombre y la mujer”. Tras sus palabras que fueron silenciosamente escuchadas, finalizó con la arenga: “Viva la Virgen de Itatí” que fue respondida desde el público con intensos aplausos y gritos de sapucay.
Presencias
Entre los funcionarios y legisladores ligados al Gobierno provincial se observó en primera fila a los senadores Sergio Flinta y Alejandra Seward, al ministro de Educación, Orlando Macció, a la subsecretarias general de la Gobernación, Graciela Rodríguez, y de Turismo, Inés Presman, como así también al presidente del Instituto de Cultura, Gabriel Romero.
“El chamamé es la representación más neta del sentimiento del correntino”, manifestó Rodríguez consultada por la prensa. La funcionaria provincial es oriunda de Curuzú Cuatiá y recordó que en el ambiente musical llaman a este terruño del interior provincial, “la sucursal del cielo”, debido a “la cantidad de músicos que surgieron desde allí”. Mas tarde, subía al escenario su coterráneo, Tarragó Ros.
0 comentarios:
Publicar un comentario