El Teatro Oficial Juan de Vera y la Secretaría de Cultura de la Nación, presentan al exigente público correntino, un concierto de primer nivel al convocar a artistas de prestigio mundial, como el “Cuarteto de Dos Mundos”, integrado por cuatro solistas exquisitos; el pianista Miguel Ángel Estrella, el queniste Raúl Mercado, la guitarra de Omar Espinosa y la percusión de Javier Estrella, el domingo 10 de abril a las 21 horas, con entradas desde $10.
Está integrado por cuatro cultores de los derechos, personajes que amén de ser músicos, se comprometieron con la misión de hacer accesible a todos, el derecho a disfrutar de ella. Pocos artistas tienen la convicción de Estrella, de dejar un legado, que no pasa solo por lo artístico, sino por un compromiso con su manera de vivir la vida. Esto lo llevó a estar desaparecido por años, oportunidad en la que se movilizaron las Naciones Unidas, la UNESCO, el Vaticano, la Asociación Internacional de Juristas, Aida y varias organizaciones de Derechos Humanos, sumados a cientos de artistas internacionales, para que el gobierno de facto, diera cuenta de su paradero. En lo musical, tan ecléctico como en su vida, busca más allá de las diferencias, la unión.
Nació en la provincia de Tucumán, el norte de Argentina y su inspiración vino de la mano de Chopin. Estudiará en el conservatorio en Buenos Aires con Orestes Castronuovo, Erwin Leuchter y Celia de Bronstein.
En 1965, viaja por primera vez a París y Londres. Vlado Perlemuter, Yvonne Loriod, Marguerite Long y especialmente Nadia Boulanger, serán sus maestros mientras que a su vez forma parte de los jurados y concursos en Argentina y en el extranjero. Dio conciertos en Bolivia, Brasil, Chile, México, Panamá, Paraguay, Uruguay y Venezuela, así como en Europa, EE.UU. y Canadá.
"Miguel Ángel Estrella es un músico innato dirá Nadia Boulanger. "Su interpretación se caracteriza por una economía muy grande, un poder latente, infalible sabor, autenticidad y un rechazo absoluto de énfasis. Miguel Ángel es un pianista maravilloso, pero también y sobre todo un poeta. "
Sus convicciones humanistas lo llevarán a ampliar su público tocando para los desfavorecidos, obreros, campesinos, indígenas, que reaccionan con pureza natural al escuchar la música clásica. Estas experiencias conducen a Estrella a participar en las actividades culturales del Sindicato de Trabajadores de la caña de azúcar del norte de Argentina. Es así que acepta convertirse en delegado de la Federación Indígena de la provincia, en el extranjero.
"Estrella es un virtuoso inteligente y profundo", escribe J. Ledesma, en « La Prensa » de Panamá, "Cuando empieza a tocar, una atmósfera casi mágica se apodera de la sala. Estrella nos hace penetrar en las profundidades sorprendentes de Beethoven, y nos lleva a la esencia de lo que une a la raza humana: la meditación espiritual”.
En el mismo sentido, Jacques Lonchampt, de « Le Monde » añadió: "Sin concesiones al brío de una caballería, su interpretación tiene el tono firme, tranquilo y viril, de un combate grave con instantes de dulzura y de una nobleza extrema, mientras que el largo se sumerge en la oración sincera, abandonada, conmovedora como una bendición en la soledad, quizá como una imagen de esta esperanza que nunca abandonó."
Artista no convencional -es un ecléctico orgulloso de sus raíces -protestó contra el uso comercial de la música y el espíritu de la competencia que enfrenta a los músicos. Esta actitud irrita a algunos círculos cercanos a la dictadura militar -entonces en el poder en Argentina-.
Por proporcionar música a los más humildes y más pobres, Miguel Ángel Estrella fue prohibido de tocar en su propio país. Con su familia, buscó refugio temporario en el Uruguay.
México y Canadá le ofrecieron trabajo. En 1977, en víspera a su partida de Uruguay, "desaparece". Una amplia campaña de solidaridad se desarrolla a continuación, bajo la dirección de Yves Haguenauer, Nadia Boulanger, Yehudi Menuhin y Henri Dutilleux, que reúne a cientos de músicos y amigos del pianista. Gracias a los esfuerzos de las Naciones Unidas, la UNESCO, el Vaticano, la Asociación Internacional de Juristas, Aida y varias organizaciones de Derechos Humanos, que se han movilizado para salvar su vida, la dictadura se ve obligada a legalizar su situación. Es entonces transferido a una prisión oficial. Sin embargo, solo recuperó su libertad en 1980.
Francia, lo recibe junto a su familia. Marcado por esta experiencia, Miguel Ángel Estrella fundó el 10 de diciembre 1982 “Música Esperanza” que tiene la vocación de poner la música al servicio de la comunidad humana y la dignidad de toda persona, defender los derechos artísticos de los músicos -especialmente los jóvenes -y trabajar para construir la paz, haciendo de la música un puente para la comunicación y la solidaridad entre los hombres y los pueblos.
Desde 1992, “Música Esperanza” es una ONG reconocida por la UNESCO. Miguel Ángel Estrella sigue compartiendo su vida entre las salas de conciertos y lugares alejados de las acciones artísticas. Da un centenar de actuaciones cada año en el Oriente Medio, África, los países del Este y a través de sus dos "patrias", América Latina y Europa.
Fue recibido calurosamente en todas partes: en el Teatro Colón en Buenos Aires como la Salle Pleyel de París y en residencias de ancianos, prisiones, escuelas, fábricas y zonas rurales.
El gobierno francés rinde homenaje a sus cualidades como artista y humanista haciéndolo “Caballero de la Legión de Honor”. En diciembre de 2000 -por haber dedicado su piano a los más pobres -el Alto Comisionado para los Refugiados ha otorgado el Premio Nansen Medalla Internacional para la Paz de las Naciones Unidas, en virtud de las tres Américas.
Sus grabaciones de Bach, Beethoven y Brahms fueron elegidos por los críticos como la versión de referencia.
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