El mandatario provincial, acompañado por el vicegobernador Néstor Pedro Braillard Poccard, los ministros Carlos Vignolo, Orlando Maccio, Gustavo Valdez, Julián Dindart, el intendente de la localidad Adán Gaya, otros jefes comunales de la provincia, los legisladores Sergio Flinta, Manuel Aguirre, Alejandra Seward de Panseri, Cecilia Gortari, Vicente Picó, Alina Goyeneche, secretarios y subsecretarios y demás funcionarios del Gabinete Provincial, concejales y funcionarios municipales miembros de las fuerzas armadas y de seguridad encabezados por el Comandante de la Primera División de Ejercito con asiento en Curuzú Cuatiá general de brigada Victorio Ramón Paolí, presidió el acto en el que se recordó un nuevo aniversario del nacimiento del Padre de la Patria, General José de San Martín.
La plaza de Armas del Monumento al General San Martín y frente al solar histórico que testimonia el lugar del natalicio del Libertador, en la localidad de Yapeyú, fue el escenario donde el gobernador de la Provincia Ricardo Colombi encabezó la celebración del 233 aniversario del mencionado acontecimiento.
El mandatario fue recibido por el intendente de la localidad Adán Gaya quién estuvo acompañado por miembros de su gabinete y concejales de la citada comuna. Tras el acto de recepción al gobernador, se procedió a dar inició a la ceremonia central.
Con la presentación de los efectivos de las distintas Fuerzas Armadas, de Seguridad y de la Guardia Permanente de Granaderos a Caballo pertenecientes al destacamento instalado en esta localidad, representantes de de Fuerzas de Seguridad de la República del Brasil, como así también de instituciones escolares y diversos sectores de la comunidad, agrupaciones tradicionalistas, se dio comienzo al evento.
El mandatario, invitado por el General de Brigada Victorio Paoli, pasó revista a las tropas de la Agrupación Libertador y luego del respectivo saludo, se concretó, tal lo dispone el protocolo militar, el ingreso de una réplica del Sable Corvo del Libertador, que le fue cedido por este a Don Juan Manuel de Rosas y cuya pieza original se encuentra depositada en el Regimiento de Granaderos a Caballo en Palermo; tras lo cual entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino, que fue ejecutado por la banda de música Vuelta de Obligado del Grupo de Artillería 3 de Ejercito Argentino con asiento en Paso de los Libres.
Seguidamente, el presbítero Leonardo Molleda Capellán del Destacamento de Granaderos a Caballo de Yapeyú, realizó una invocación religiosa, destacando el origen católico de San Martín y la advocación en la fe de la iglesia que mantuvo durante toda su vida.
Posteriormente se concretó un emotivo homenaje al Sargento de Granaderos Juan Bautista Cabral, tal lo había dispuesto el mismo San Martín tras la batalla de San Lorenzo, donde aquel dio su propia vida para salvar la del Gran Capitán, disposición que hasta la fecha no se ha modificado y se viene cumpliendo tras casi dos siglos. Finalizados los actos, se llevó a cabo el tradicional desfile cívico militar.
En una parte culminante del mismo, la delegación que en la víspera participó del homenaje al músico Jorge Cafrune, hizo especialmente un alto frente al palco oficial donde se encontraban las autoridades y les brindó una versión de “Zamba de mi esperanza”, canción que hiciera tan popular el extinto músico, fallecido justamente en 1978 durante la travesía a caballo que lo llevaría a Yapeyú, lugar de nacimiento del Libertador, con el objetivo de depositar allí tierra del lugar de su fallecimiento, Boulogne-sur-Mer.
Colombi destacó los valores sanmartinianos
En un paréntesis del desarrollo del acto, el gobernador Ricardo Colombi destacó al General San Martín, por sobre las grandes figuras que diera nuestra provincia en la construcción de la Nación, a la que insistió, “Corrientes le ha brindado sacrificio, lucha, sangre, ingenio, y también inteligencia, conocimiento y el respeto por el espíritu Federal y la concordia que debe imperar entre los que formamos parte de un país como el nuestro”.
Y agregó “Corrientes ha aportado todo al país, hasta cedió parte de su territorio en pos del mejoramiento y favoreciendo el acceso a una mejor calidad de vida al resto de la Nación, lo ha hecho desinteresadamente, tal como fue el ejemplo del Padre de la Patria, que cobró una dimensión incomparable, no sólo por la grandeza de sus logros, sino también por el despojo total de sus ambiciones personales. Los tiempos que corren hoy nos plantean nuevos desafíos, y es ahí en el que ms valioso resulta el legado de San Martín, ya que también se necesitan valentía, desprendimiento, ingenio y una inquebrantable voluntad para superarlos. Por todo ello hoy me siento reconfortado al estar en este homenaje en mi provincia, en la tierra donde nació este prócer sin igual, y desde donde invito a reflexionar a los componentes de todos los estamentos de la Patria en pos del entendimiento, la armonía la concordia Y el respeto”.
“El hombre más importante
de nuestra nacionalidad”
En nombre de la comunidad de Yapeyú, hizo uso de la palabra el intendente municipal Adrian Gaya, quién entre otros conceptos, expresó: “Estamos aquí en esta nuestra tierra para rendir nuevamente homenaje al hombre más importante de nuestra Nacionalidad, que nació aquí junto al hermoso río de los pájaros, al que Rosa Guarú, les transmitió en sus primeros años de vida, la valentía, el empeño y decisión de la sangre Guaraní. Que luego combatió en defensa de la tierra de su padre y que luego regreso a su lugar de origen y liberó medio continente. Y que fundamentalmente dejó un legado de patriotismo, compromiso, honradez, de respeto al prójimo y de lucha permanente por la Libertad y Justicia”.
Y agregó: “hoy no tenemos enemigos de armas, no hay ejércitos a quién combatir, los enemigos son la desocupación y la pobreza y tenemos que combatirlas con esa decisión que mostró San Martín en su epopeya libertadora”.
Consignando finalmente: “aquí el Gabinete Provincial encabezado por el señor Gobernador, sostengo que felicito la actitud de buscar la grandeza de la provincia a través del federalismo, del diálogo y el respeto por los que opinan distinto, pero con la firme decisión de avanzar, crecer y progresar, es decir que celebro esta impronta. Y así estoy seguro que avanzaremos con éxito en esta lucha con estos enemigos modernos que son poderosos como los enemigos que en antaño enfrentaba el Padre de la Patria”.
Valdez llamo a tomar el legado de San Martín para
construir una mejor provincia y un mejor país
“Señor gobernador de la provincia, Dr. Horacio Ricardo Colombi; Señor Intendente de Yapeyú, Adam Gaya; Señores Ministros del Poder Ejecutivo Provincial; Autoridades Militares:
Hoy se conmemora el nacimiento del General San Martín que es el ideal de argentino, el modelo de hombre, de ciudadano comprometido que dejó su huella de manera perdurable en la historia de nuestro Continente. Consagrándose con su accionar en el libertador de América donde llevó a cabo una gesta increíble, siendo reconocido popularmente como el Santo de la Espada.
Creó un ejército profesional de criollos y nativos, derrotó a sus antiguos camaradas de armas y antes de liberar medio continente cruzó la cordillera de los Andes con 5400 hombres en una campaña que duró una década. Durante mucho tiempo en los libros, de historia y estrategia militar, se estudió como un hombre con tan pocos soldados podría lograr semejante gesta. Se estudia en todas las academias militares del mundo y sin dudas su empresa en los Andes, supera la célebre hazaña del General Aníbal, aquel que con su ejército que incluía elefantes de guerra partió de Hispania y atravesando los Pirineos y los Alpes para derrotar a los romanos en grandes batallas campales.
Nació bajo estas palmeras indias de Yapeyú, un 25 de febrero de 1778, aquí en la Provincia de Corrientes. Partió a España pero jamás olvidó que había nacido en tierras americanas y por ello volvió para hacer la patria grande, imbuido en Cádiz de los idearios libertarios que consagraban la ruptura de dos sistemas diferentes: la Monarquía y la República.
Hijo de un oficial científico muy distinguido, pero pobre. Se había endurecido desde temprano en el combate de las pruebas difíciles y arduas. Por temperamento y por hábito había dedicado todas sus facultades a la ímproba labor de hacerse meritorio por la regularidad de su servicio y por la firmeza reflexiva de su valor personal.
Disimulaba admirablemente la reserva y la sagacidad de su carácter, empleando con naturalidad un tono franco pero sobrio, Recio y descuidado al parecer, pero sin que se deslizara jamás una imprudencia, una palabra o un concepto agraviante.
Con sus oficiales era incisivo y categórico en todo cuanto tocaba el servicio pero en los momentos de intimidad y de trato familiar les permitía y él se permitía con ellos, todas las franquezas de un buen camarada de cuartel.
Es sabido que a lo largo de nuestra historia las opiniones sobre nuestros próceres han sido siempre divididas. No es fácil formarlas objetivamente, sin dejarnos invadir por las ideas de quienes las escriben.
Pero el General San Martín fue hombre de ley, de fortaleza, de inmenso espíritu por la libertad. Hay en San Martín una gloria mayor que la de haberse medido con la montaña, el mar o las penurias, o la de haber vencido las armas españolas. Esa es la virtud excepcional de un guerrero, de haber sabido vencerse a si mismo y haber renunciado a los ascensos, los honores y los premios del triunfo.
Fue él, quien salvo la revolución y la condujo triunfante por tres naciones cuya libertad aseguró, huyendo del teatro político, sin escuchar los llamamientos de la ambición y gozoso de haber completado la obra libertaria.
General de verdaderas convicciones: “De lo que mis granaderos son capaces, yo solo sé, quien los iguale habrá, quien los supere jamás” decía. Era no solo respetuoso de su ejército sino también de sus propias creencias.
Supo sobreponerse a la adversidad, cuando se eclipsó su estrella, coronando su vida en el más caritativo silencio de los más puros maestros.
Para llegar a esto, necesitó perdonar injurias y supo hacerlo por amor a su América, nuestra tierra, en la que fue iluminado, por nuestro Dios Padre y conducido por su sangre correntina, india y bravía.
El libertador, también nos enseñó que no es posible encarar un proyecto común de país, sin unidad nacional; condición necesaria para superar cualquier desafío, para alcanzar los sueños más anhelados. Los pueblos siempre evocan su pasado de gloria en tiempos sin apremios.
Si hay un prócer que identifica a los argentinos, ése es José Francisco de San Martín, el libertador. En el día del aniversario de su nacimiento, es propicio repasar los aspectos más destacados de su vida, obra y pensamiento.
Perecería mentira que este gran hombre, que este libertador de América naciera a solo pasos de donde estamos hoy. Pero el espíritu humano sin dudas, todo lo puede basado en férreas convicciones, en principios, en valores, en metas claramente trazadas para cumplir los objetivos, con fuertes contenidos morales.
Cada uno de los correntinos, de los argentinos y de los latinoamericanos, cada vez que se conmemora el natalicio de Don José Francisco, deberíamos tan solo rememorar y reflexionar sobre sus hazañas o leer sus máximas para perfeccionar nuestros espíritus.
Aunque más no sea algunas, para tenerlas presente, aquellas que nos legara como preciado regalo de su esencia, y tenerlas como norte de nuestros comportamientos cotidianos. Estoy seguro que de haberlas seguido al pie de la letra, como nos enseñara, hubiéramos llegado al objetivo de construir una América libre, unida y soberana.
Debemos recordarlo para forjar nuestro espíritu teniendo siempre presente lo que en ellas nos legara; “Inspirar el amor a la verdad y el odio a la mentira”, “Inspirar gran confianza y amistad pero unido al respeto”, y sobre todo “inspirar amor por la patria y por la libertad”.
No importa, de que lugar venimos, o en que hogar nacimos, estos pueden ser humildes y sencillos, pero lo que prima en un hombre, no son ni sus bienes, ni sus pertenencias, sino su elevado espíritu. Y en eso, San Martín fue un ejemplo.
Hoy venimos, Gran General, a rememorar tu nacimiento. Para hacer un compromiso, el de ser siempre celosos custodios de tu casa. Para acunarte, el día que descanses en tu tierra, y puedas hacerlo por siempre con tu pueblo.
Cada correntino desde su propia posición, desde su lugar de trabajo, desde su propia impronta, debe seguir el legado que nos dejó San Martín, y nos tiene que servir para instaurar una sociedad mas libre, más justa y solidaria. Cada niño, cada mujer o cada hombre, para edificar su vida y vivirla según la misión redentora de un ideal generoso, deben llevar siempre vigente el ideal sanmartiniano, para que trascienda la circunstancia de lo cotidiano.
Hagámonos dignos de la utopía de sus sueños, para construir la Provincia de Corrientes que soñamos juntos y la Argentina que nos merecemos, con esta fuerza moral que él nos inspira, desde el fondo inmortal de la historia. Pongámonos en marcha correntinos por la dignidad del trabajo, del esfuerzo, para que crezcamos juntos y hagamos una Corrientes mejor, guiados por la unión, la convivencia y el respeto, y sobretodo por los valores del patriotismo que San Martín nos inspiró”.
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