El primer mandatario junto al vicegobernador Pedro Braillard Poccard, miembros de su gabinete, el intendente Carlos Espínola y diferentes autoridades civiles y militares , tomaron parte de los actos de celebración de un nuevo aniversario de la coronación pontifica de la Patrona de Corrientes , que consistieron en un emotivo encuentro en medio del Río Paraná con la Virgen de Caá Cupé patrona del Paraguay, seguida de la tradicional procesión por las calles del pueblo y una misa concelebrada por el Obispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik.
Una multitud calculada en varias decenas de miles de personas tomaron parte de la celebración del 110° Aniversario de la Coronación Pontifica de Nuestra Señora de Itatí, que se desarrollaron precisamente en la localidad que lleva ese nombre, que en guaraní significa “Punta de Piedra”, situada a la vera del Río Paraná a 73 kilómetros de la ciudad Capital.
A los actos asistió el gobernador de la Provincia Dr. Horacio Ricardo Colombi acompañado de su esposa, al igual que el vicegobernador Néstor Pedro Braillard Poccard, el intendente de la ciudad César Torres su par de la Capital, Carlos Mauricio Espínola, el ministro de Gobierno y Justicia Gustavo Valdez, y demás autoridades civiles y miliares de la provincia y la Región.
Los diferentes actos religiosos fueron encabezados por el obispo de Corrientes monseñor Andrés Stanovnik, quién estuvo secundado por su par de Resistencia-Chaco, Fabriciano Sigampa, y del Paraguay que acompañó a la imagen de Caá Cupé Mario Melano Medina y la totalidad de los pastores de las distintas parroquias de la provincia, de la región y provincias vecinas.
La celebración cobró gran emotividad alrededor de las 12,00 del mediodía oportunidad en que se produjo el encuentro en el medio del Río Paraná de las imágenes de la Virgen de Itatí y la de Caa Cupe patrona del vecino País, Paraguay, el encuentro demoró algunos minutos más de lo previsto dado que la formación de un gigantesco Banco de Arena, provocó que el trayecto de la delegación de la Virgen Morena tuviera que realizar un desvió y encontrarse con la Madre de Itatí aguas arriba del pueblo. El sonar de las sirenas, bombas de estruendos en medio de una caravana náuticas compuesta por más de un centenar de embarcaciones y el flamear de los pañuelos en la Costa, generaron una imagen y un entorno lleno de emotividad que constituyeron además una enorme muestra de fe de la concurrencia, muchos de los cuales irrumpían en llanto al presenciar el evento.
Arriba de diversas embarcaciones las imágenes religiosas fueron trasladas a la Costa para dar inicio a la Procesión, el arribo al pueblo se concretó por el puerto ubicado en el sitio del Camping Municipal, desde donde se inició la caminata, ya en compañía de las autoridades provinciales y religiosas encabezadas por el Gobernador Colombi y el obispo Andrés Stanovnik y las imágenes de la Cruz de los Milagros, San Luisit y los santos patronos de las distintas localidades de la provincia.
Otro instante no menos emotivo resultó el arribó al altar principal de las imágenes religiosas, la primera en hacerse presente fue la Cruz de los Milagros, luego San Luisito, para continuar con la Virgen de Caá Cupé y nuestra Señora de Itatí en el centro de la escena. El resto de los santos patronos se ubicaron un sector lateral, al igual que la totalidad de las autoridades presentes.
El evento religioso se inició con el saludo de monseñor Stanovnik a las autoridades presentes, y una referencia histórica y religiosa del porque se concretaba esta Celebración, indicando que se trataba del 110° Aniversario de la Coronación Pontifica de Nuestra Señora de Itatí, lo que se concretó en la Iglesia de la Cruz de los Milagros de la Ciudad de Corrientes, incluso 10 años antes que se forme la diócesis de esta.
Homilía “Reina de los Correntinos”
Stanovnik destacó en este marco que María de Itatí, a partir de su Coronación Pontificia “es la Reina que se ganó el corazón de todos los correntinos y desbordó ampliamente hacia los pueblos vecinos. Desde entonces, el fiel peregrino le manifiesta su amor y su devoción haciendo frente a muchos kilómetros que hace a pie, a caballo, en carreta o en vehículo. Ningún obstáculo le impide estar con ella porque sabe que su tierno corazón de Madre lo llevará hacia su Divino Hijo Jesús, de quien el peregrino arrepentido espera el perdón y recibe la gracia de seguir siendo un hombre de bien, amigo de Dios y convencido de los principios y valores del Evangelio”.
En otro punto relevante de su homilía, el prelado mencionó que “si Dios se revistió de un cuerpo humano real como el nuestro, quiere decir que nuestra carne de naturaleza humana es valiosa ante los ojos de Dios. Desde que Él abrazó por amor y la redimió de su tendencia destructiva, esta carne que llevamos es sagrada y no podemos hacer con ella lo que se nos ocurra, ni con la propia ni con la de nuestros semejantes”.
“El Cuerpo de Jesús no fue un cuerpo virtual, sino real, de carne y hueso. Nació varón como lo atestigua la escritura, a través de la Virgen María que dio a luz a su primogénito y lo envolvió en pañales. No se hizo varón por una extraña operación mental, basada en fantasías y confusas inclinaciones afectivas. Concibió su identidad a partir del don que recibió en su cuerpo y en su espíritu, a través del maravilloso cuerpo de mujer de su Madre. Creció y maduró junto a María y a José, viendo en ellos y aprendiendo con ellos la verdad, la belleza y el bien que hay en la diferenciación que hay entre varón y mujer. Y al mismo tiempo, la complementariedad y comunión que se da precisamente a raíz de esa distinción y por esa diferencia”, remarcó el arzobispo de Corrientes en su mensaje a la feligresía.
A 110 años de la Coronación Pontificia de la Virgen de Itatí
El 16 de julio de 1900, en el atrio de la Iglesia de la Cruz de los Milagros, en la ciudad de Corrientes, el doctor Paendo de Lastra y Gordillo, por entonces obispo de Paraná, Corrientes y Misiones, colocó la corona a la Madre de Itatí; siendo bendecido dicho atributo por el Papa León XIII, en la Capilla del Vaticana.
El nombre de la Pura y Limpia Concepción de Itatí, viene de la lengua guaraní: “ita”, roca y “ti”, blanca, o sea “piedra blanca”, debido a los yacimientos de cal que estaban junto al arroyo Caleria.
El 23 de abril de 1918, la Virgen fue proclamada Patrona y Protectora de la Diócesis de Corrientes; creada el 3 de febrero de 1910 por el Papa Pío X. Hoy es reconocida como protectora de toda la región del NEA.
La pequeña localidad Itateña surgió de una reducción indígena. Allí el 16 de Julio, de cada año, miles de devotos de todo el país desbordan la capacidad del Templo Mariano; constituyendo a la Basílica de Nuestra Señora de Itatí uno de los santuarios más importante de América.
Según la tradición, la imagen habría sido encontrada en el curso del alto Paraná, cerca del puerto de Santa Ana, por un grupo de aborígenes. Estos habían visto a la Virgen Inmaculada sobre una piedra, rodeada de una luz muy brillante y acompañada de una música sobrenatural. Fray Luis Gómez ordenó el inmediato traslado de la figura a la reducción, pero la imagen volvió a desaparecer en dos ocasiones, retornando a su lugar cerca del río.
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