martes, 5 de enero de 2010

En Brasil una investigadora apunta la prevención como forma de reducir la violencia


En las escuelas, son muchos los ejemplos de actitudes agresivas capaces de causar sufrimiento y angustia.
Es común vivenciar casos de estudiantes introvertidos, intimidados por los alumnos más fuertes y desinhibidos; la niña que carga el apellido de Ballena; el chico conocido por cuatro ojos y el llamado de palito. Esas situaciones no son nuevas, pero solamente a partir de la década de 70 comenzaron a ser estudiadas con atención, por investigadores de diferentes países, como integrantes de un fenómeno conocido como bullying.



Cleo explica que el bullying es un fenómeno encontrado en las relaciones entre pares, en especial, estudiantes. “En la práctica, ocurre cuando un estudiante (o más), de forma intencional, elige como blanco otro (u otros) contra el cual infiere una serie de malos-tratos repetitivos, imposibilitando la defensa.

Con diez años de experiencia en el estudio del bullying en el país, ella creó el programa Educar para la Paz, implantado en diversas escuelas de Brasil y de Portugal. “Puedo afirmar que el bullying es un fenómeno que crece de manera alarmante”, afirma.

El problema puede tener incontables causas. La investigadora cita modelos educativos familiares, como el autoritarismo, la permisividad, la ausencia de límites y afecto y el abandono, y también factores como la fuerza de los medios, principalmente por medio de programas y películas violentas, y la influencia cultural — el egoísmo, el individualismo colaboran para la falta de empatía, compasión, tolerancia y respeto.

El bullying puede ocasionar serios problemas, de acuerdo con la gravedad y del tiempo de exposición a los malos-tratos. “Las víctimas pueden tener el proceso de aprendizaje comprometido, presentar déficit de concentración, caída de rendimiento escolar”, resalta Cleo.

Tales consecuencias pueden alcanzar en los niños también al proceso de socialización y causar retraimiento, dificultad en las maneras de relacionarse y en la toma de iniciativas y de decisiones. Los problemas pueden alcanzar hasta la salud de las víctimas y desencadenar síntomas y enfermedades de fondo emocional, como dolores de cabeza y de estómago, fiebre, vómitos, alergias, fobias y hasta depresión.

Según Cleo, el mínimo que las escuelas pueden hacer es discutir el problema con la comunidad, alertar estudiantes, padres y profesionales para esa forma de violencia. “Sin embargo, la prevención es el mejor camino y debe ser iniciada por el conocimiento”, sostiene la investigadora.

Ella alerta, aún, para la ocurrencia de un nuevo fenómeno, el ciberbullying, forma de practicar el bullying por la Internet.

Para la investigadora las medidas de combate al bullying deben ser incluidas en los proyectos pedagógicos de las escuelas públicas y particulares de Pernambuco. La Ley en ese sentido fue sancionada en diciembre del año pasado por el gobernador Eduardo Campos.

Fuente; Ministerio de Educación de Brasil
Traducción Agencia Infancia Hoy


Brasil, 5 Ene, Agencia Infancia Hoy.- En Brasil, una de las pioneras en el estudio del tema es Cleo Fante, doctoranda en Ciencias de la Educación. Ella ejerció en escuelas públicas y particulares del Estado de São Paulo como profesora de historia, geografía, y ética y ciudadanía.

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