Con un comunicado, la Asociación de Psiquiatras de Corrientes (Apsico), señala que la práctica de la terapia electro convulsiva “es un procedimiento ampliamente probado, eficaz y seguro”. Buscan eliminar “prejuicios infundados e instaurados en el imaginario popular”. “El tratamiento con terapia electro convulsiva es un procedimiento ampliamente probado, eficaz y seguro, que siempre debe tenerse en cuenta como recurso terapéutico en la práctica clínica ante determinados cuadros psiquiátricos”. Así lo afirman a través de un comunicado, profesionales locales nucleados en la Asociación de Psiquiatras de Corrientes (Apsico).
La declaración de los psiquiatras correntinos llega días después de que la Cámara de Diputados aprobara un pedido de informe al Ministerio de Salud Pública sobre el uso del electroshock en el Hospital de Salud Mental “San Francisco de Asís”.
El inicio del pedido de investigación de los diputados provinciales surgió a partir de testimonios de familiares de pacientes del hospital psiquiátrico, a los que se les habría aplicado de manera cuestionada el electroshock. Según consta el informe de los legisladores, dicha terapia consiste en una descarga eléctrica en el cuerpo del enfermo que, en muchos casos, queda inmediatamente desvanecido.
El electroshock, o la terapia electro convulsiva consiste en una descarga de energía eléctrica en el cerebro del paciente, a fin de inducir convulsiones de tipo epiléptico. La cantidad de corriente eléctrica para provocar una convulsión varía ampliamente de un enfermo a otro, y eso es justamente lo cuestionado por los legisladores.
La práctica de la terapia es legal. Y si bien muchos consideran un accionar cruel, son varias las entidades ligadas a la salud que consideran que los cuestionamientos forman parte de mitos antes que de certezas.
A favor de la terapia
Uno de los sectores que consideran que la terapia electro convulsiva funciona es la Asociación de Psiquiatras de Corrientes (Apsico). En un comunicado, los integrantes de la entidad detallan su posición sobre los mitos y prejuicios en el uso de la metodología en la práctica clínica.
La Apsico nuclea a profesionales locales que se reúnen cotidianamente en la sede del Colegio Médico de Corrientes, sito en Pellegrini 1.787. Si bien todavía no cuenta con personería jurídica, “los trámites están iniciados y marchan viento en popa”, señaló Cristian Mayol Toledo, secretario de Acta de la asociación, cuyo presidente es Rodolfo Ninamango Díaz.
“Un prejuicio es una sentencia generalmente negativa que se emite sobre alguien o algo sin mediar un juicio ecuánime, basado fundamentalmente en información parcial y opiniones subjetivas”, señala el comunicado.
Para la asociación, “el tratamiento con terapia electro convulsiva es un procedimiento ampliamente probado, eficaz y seguro, que siempre debe tenerse en cuenta como recurso terapéutico en la práctica clínica ante determinados cuadros psiquiátricos”.
“Sin embargo, por razones ideológicas alejadas de cualquier evidencia científica y por falta de información o distorsión en la misma su uso ha sido cuestionado y criticado infundiendo temor en la población general respecto de esta valiosa herramienta terapéutica”, continúa el escrito.
Es una acción “con indicaciones precisas”
Siguiendo con su defensa de la práctica del electroshock, la Apsico afirma que “la terapia mencionada, como todo recurso terapéutico en medicina, tiene sus indicaciones precisas: depresiones severas con ideación suicida persistente, cuadros catatónicos, manía aguda refractaria a tratamiento farmacológico con peligro para la integridad del paciente y/o terceros, síndrome neuroléptico maligno”.
“Por su inocuidad en comparación con los psicofármacos es una práctica de primera elección en embarazadas que presenten los diagnósticos anteriormente citados. Además, el índice de mortalidad por esta práctica es bajo (1 en 200.000 pacientes) por lo cual se constituye en una práctica segura, ya que si se toman las precauciones necesarias el riesgo es ínfimo y no tiene contraindicaciones absolutas”, afirman los psiquiatras.
Ya sobre el final, y a modo de sustento de su postura, destacan que “no existe evidencia científica que avalen los dichos de que produce daños físicos y psíquicos en los pacientes".
Sin ánimo de polemizar con otros sectores, desde la entidad señalaron que ofrecen material bibliográfico y trabajos científicos que avalan los dichos del comunicado, simplemente “con el fin de acabar con los prejuicios infundados e instaurados en el imaginario popular que signan a esta práctica”.
(Fuente Diario La República)
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