miércoles, 16 de diciembre de 2009

BARRIO NUEVO VILLA RIO BERMEJITO I N F I E R N O V I E J O


Hace poco más de cuatro años se comenzó a formar lo que hoy se conoce en Villa Río Bermejito como el Barrio Nuevo. En ese lugar, bajo y anegadizo, comenzaron a radicarse algunas familias toba que ya vivían en el casco urbano y otras que dejaban el monte, fundamentalmente para conseguir alimentos.

Las casas son muy precarias, de adobe, de chapa de cartón o de plásticos negros y algunos otros elementos de descarte. Todas tienen piso de tierra y no cuentan con agua potable, salvo una canilla comunitaria administrada por una Cooperativa que entrega agua que en muchas ocasiones no se puede tomar. El tendido eléctrico público exigió de los vecinos que compraran los postes, como expresión de una picardía que no se puede ocultar en un territorio de saqueos y de pillajes. Es muy poca, casi insignificante, la asistencia que reciben. Del municipio no esperan nada. Las familias están desencantadas ante la ceguera y la sordera de las autoridades municipales.


El barrio fue creciendo en uno de los lugares más bajos de Villa Río Bermejito, que en la práctica no debería haber sido habitado porque las condiciones del terreno fueron y son absolutamente inapropiadas, incluso para los tobas ante la mirada de aquéllos que –abierta o solapadamente- discriminan a las comunidades indígenas. Además de ser tierras absolutamente bajas e inundables, el municipio vendió suelos del lugar de tal manera que aparecen grandes cárcavas y socavones que invalidan totalmente el terreno. Con las últimas lluvias, se transformaron en verdaderas represas saturadas de agua.

Las familias toba de Barrio Nuevo fueron sometidas a las intensas lluvias de las últimas semanas. Prácticamente todos los ranchos fueron inundados. En algunos de ellos el agua alcanzó un nivel de 40 centímetros, causando verdaderos desastres humanos y materiales. El pasado sábado 12, o sea varios días después de las grandes lluvias, visitamos el lugar que todavía parecía un pantano o un gran charco; sin embargo, las familias tobas continuaban en sus viviendas, con sus pocas pertenencias dañadas o perdidas y con un cuadro sanitario desmejorado.


Los niños son los más afectados. La mayoría presentan cuadros febriles y no cuentan con asistencia sanitaria. No se los atiende en terreno.

Tuberculosis y desnutrición
Encontramos en su rancho a Elba Gómez (48) y a su compañero, ambos de la etnia toba. El agua alcanzó el nivel de 70 centímetros en el rancho de esta familia, integrada por hijos y nietos. Las condiciones de vida que sobre llevan son absolutamente degradantes e inhumanas.

Además, Elba refirió que está enferma de tuberculosis y que actualmente no está sometida a tratamiento. Mide 1,49 y pesa 39 kilogramos. Presenta desnutrición grado I. Comentó que comenzó su problema pulmonar con tos, catarro y esputaba. Está muy avejentada. Cuando llegamos a su casa, después de las 17 horas del sábado pasado, estaba haciendo tortas fritas, como única comida del día porque no tenían dinero.

La vivienda se parece más a una tapera que a un hogar, aún en las peores condiciones que uno pueda imaginar.

Los terrenos altos y las viviendas
En cercanías del Barrio Nuevo existe un lugar bastante alto. El nivel es apropiado tomándose en cuenta el lugar bajo donde se levantaran los ranchos del Barrio Nuevo, las cárcavas y los socavones existentes en el lugar, que el municipio resolvió no rellenar. Las familias tobas pretendieron construir sus ranchos de adobe en este lugar porque no se inunda por las lluvias. La respuesta de la Municipalidad de Villa Río Bermejito fue negativa porque el secretario de gobierno informó a las familias que el lugar estaba destinado para cancha de fútbol. Esta es una de las tantas situaciones alocadas e irracionales que se dan en esta localidad, en donde la actitud discriminatoria hacia las comunidades indígenas es generalizada, lo que permite auspiciar y aceptar que los tobas vivan en condiciones y en situaciones abiertamente inaceptables e infrahumanas.

Las 50 familias que viven en Barrio Nuevo han solicitado la construcción de viviendas al municipio, y a través de este ente al gobierno provincial. No solamente que no han logrado que se construyan las viviendas, sino que las últimas unidades habitacionales que se han terminado de construir hace pocos días serán entregadas a gringos y criollos vinculados con el poder político municipal y provincial. La lista de los beneficiarios y adjudicatarios de las viviendas es vergonzosa. En ella se plasma el manejo absolutamente descabellado de los fondos públicos.

Fuente Centro de Estudios Mandela Chaco

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