Se trata de Juliana Domínguez, de tan solo 10 años que padece una encefalopatía epiléptica dejándola postrada en una cama durante las 24 horas. El equipo de Salud llegó hasta su casa para brindarle asistencia y facilitarle familia mecanismos para una mejor calidad de vida.
En una tarea coordinada por el Departamento de Atención a la Discapacidad del Ministerio de Salud Pública, un equipo multidisciplinario se trasladó hoy hasta el alejado barrio Esperanza de esta Capital para llevar asistencia y poner a disposición distintas herramientas que puedan aliviar el sufrimiento de la niña Juliana Domínguez, que padece de encefalopatía epiléptica diagnosticada a los tres meses de vida. En los próximos días la trasladarán hasta el I.C.A.L. para comenzar con las tareas de rehabilitación kinésica, así como la entrega del certificado de discapacidad que le permitirá acceder a múltiples beneficios.
El equipo de salud integrado por la kinesióloga Eleodora Quiroz, la Dra. María Cristina Cañete y la Asistente Social Celia Seijer arribaron esta mañana al barrio donde se sumó un agente sanitario que conoce a la familia de Juliana, ya que están en el área programática del Saps Nº 8. Una vez llegadas hasta la casa ubicada en las “17 Viviendas”, las profesionales de Salud fueron recibidas por Alicia Domínguez, madre de juliana, de otros cuatro chicos y a cargo de dos nietas.
Luego de observar el estado de salud de la niña discapacitada y ver sus necesidades más urgentes, el equipo multidisciplinario mantuvo una extensa entrevista con la madre de Juliana, quien hizo un explícito relato sobre la cruda realidad que afronta su familia, ya que su esposo falleció hace unos años al igual que su hija mayor, madre de sus dos nietas.
Si bien Alicia Domínguez cuenta con el pase libre para el transporte urbano, desde el Departamento de Discapacidad del Ministerio de Salud le ayudarán a conseguir el certificado de discapacidad de su hija, que le permitirá acceder a medicamentos, leche, pañales, cobertura social, pensiones, entre otros beneficios que permitirá una mejor calidad de vida.
Además de gestionar una silla neurológica con apoya cabeza, en los próximos días comenzarán con las sesiones de rehabilitación kinésica en el I.C.A.L., que aliviará sus dolores y ayudará a la niña para que tenga una mejor postura a la hora de sentarse o estar acostada.
La madre de Juliana se mostró agradecida con las profesionales que visitaron su casa y se comprometió en seguir los pasos aconsejados por el equipo de Salud, así como tener un contacto permanente con los mismos para aliviar el padecimiento de su hija y la familia.
Las referentes del Área de Discapacidad indicaron que una persona con discapacidad, lo primero que debe tener es su certificado de discapacidad, una vez otorgado el mismo, se pueden gestionar varios beneficios, como el ingreso a escuelas especiales, la obtención de pensiones, coberturas sociales, medicamentos y otras ayudas.
Por otro lado, informaron que el equipo multidisciplinario se moviliza permanentemente para asistir a personas discapacitadas y a sus familias, sobre todo para que obtengan los certificados de discapacidad, así como el acceso a turnos médicos y de rehabilitación.
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