Gina kolata
The New York Times
NUEVA YORK.- Muchas mujeres deberían comenzar con sus periódicos estudios mamográficos a la edad de 50 años, y no a los 40, según unas nuevas guías dadas a conocer anteayer, elaboradas por un influyente grupo que provee consejo a médicos, compañías aseguradoras y elaboradores de políticas.
Las nuevas recomendaciones, que no se aplican al pequeño grupo de mujeres que tienen inusuales factores de riesgo de cáncer de mama, revierten las guías establecidas desde hace mucho tiempo y tienen como objetivo reducir el sobretratamiento, según afirman sus autores.
También sostienen que las mujeres de entre 50 y 74 años deberían someterse con menos frecuencia a las mamografías -cada dos años, y no cada año-. Y sugieren que los médicos deben dejar de enseñar a las mujeres a realizarse periódicamente los autoexámenes mamarios.
Hace tan sólo siete años, el mismo grupo -United States Preventive Services Task Force-, con diferentes miembros, recomendó que las mujeres se realizaran una mamografía cada uno o dos años, comenzando a los 40 años de edad. Halló demasiada poca evidencia como para tomar una posición sobre las mamografías.
Este equipo conforma un panel independiente de expertos en prevención y en cuidados primarios convocado por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos. Sus nuevas guías, que son diferentes de las de otras organizaciones médicas, fueron publicadas en la edición online de la revista Tha Annals of Internal Medicine.
Evidencias y precisiones
La doctora Diana Petitti, vicedirectora del Task Force, dijo que las guías están basadas en nuevos datos y en análisis, y tienen como objetivo reducir el daño potencial resultado del exceso de estudios diagnósticos.
Aunque muchas mujeres no piensan que las mamografías periódicas pueden ser dañinas, los expertos dicen que los riesgos son reales. Un test pueden desencadenar otros estudios innecesarios, como biopsias, que pueden crear ansiedad extrema. Y las mamografías pueden encontrar cánceres que crecen tan lento que una mujer jamás los descubriría en toda su vida, lo que resulta en tratamientos innecesarios.
Más allá de eso, sostiene el informe, el modesto beneficio de las mamografías -reducen el riesgo de muerte por cáncer de mama en un 15%- debe de ser sopesado contra sus daños. Y ésos tienen un impacto más extenso en las mujeres en los cuarenta, que son un 60% más propensas a ellos que las mujeres de más de 50 años, pero que tienen un riesgo menor de cáncer de mama.
Task Force concluyó que una muerte por cáncer puede ser prevenida por cada 1904 mujeres de entre 40 y 49 años que son sometidas a mamografías durante diez años, en comparación con una muerte por cada 1339 mujeres de entre 50 y 59 años, y una muerte en cada 377 en mujeres de entre 60 y 69.
Las guías no están dirigidas a mujeres con un riesgo aumentado de cáncer de mama, ya sea por mutaciones genéticas o por historia familiar de cáncer de mama.
El Instituto Nacional del Cáncer, de los Estados Unidos dijo anteayer que está reevaluando sus propias guías a la luz del nuevo reporte. Pero la Sociedad Americana del Cáncer y el Colegio Americano de Radiología, de ese país, dijeron que seguirán con la recomendación de realizar una mamografía anual a partir de los 40 años de edad.
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