
Se puede manifestar con calambres, dolor punzante, hormigueos que aumentan por la noche; disminución de la sensibilidad y/o de la fuerza muscular, deformaciones en manos y pies.
Si no sentimos dolor, perdemos la protección frente a un traumatismo, que facilitará la lesión, úlcera, infección, etc
Esta afección no siempre aparece tardíamente y su comienzo puede ser insidioso. Por lo tanto se debe interrogar y examinar al paciente desde el inicio de su diabetes para diagnosticar tempranamente y mejorar su calidad de vida.
Los niveles altos de azúcar (glucemia) son el desencadenante primordial de la polineuropatía. También contribuyen al daño neurológico, la alteración de los lípidos, hipertensión arterial y enfermedad cardiovascular.
¿Cómo prevenirla?:
• normalizar glucemia,
• tratar dislipidemia, hipertensión, tabaquismo, etc.
• Adecuar alimentación y actividad física.
• Examen anual del pie, donde el diabetólogo determinará la necesidad de medidas protectoras y ejercicios, cuidados de la piel, frecuencia de los controles y fármacos específicos.
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