DR. ANTONIO HESSEL
Las cefaleas tensionales constituyen una afección muy común en adultos, y aunque no sean un trastorno grave en términos de compromiso de vida o discapacidad, tienen un impacto muy importante en los aspectos psicológicos, sociales y económicos de las personas que las padecen.
Entre los múltiples factores vinculados con su aparición se ha mencionado problemas de tensión muscular y trastornos en el sueño (insomnio). Por otra parte, se ha comprobado que las personas con cefaleas tensionales tienden a recurrir al sueño como una estrategia para aliviar su problema doloroso, con lo cual se establece un tipo especial de vínculo que motivó una investigación científica, publicada en febrero de 2009 en la prestigiosa revista médica Journal of Clinical Sleep Medicine.
Los investigadores del tema, el Dr. Jason Ong y su equipo, del University Medical Center, Chicago (EE.UU.), encontraron que existe una interferencia con el sueño provocado por los cuadros dolorosos propios de la cefalea tensional. Los resultados comparativos se observaron en 32 mujeres jóvenes (edad promedio: 22 años) con cefalea tensional y 32 con dolor mínimo.
En promedio, las mujeres con cefalea tensional relataban dolor de cabeza 8 días por mes. La gran mayoría señaló al estrés como el detonante de los episodios dolorosos y algo más de la mitad mencionó a los trastornos del sueño como el factor desencadenante del dolor. Los investigadores observaron que intentar dormir es una de las métodos más utilizados por las personas con cefaleas tensionales para liberarse del dolor, y formulan la hipótesis de que esta búsqueda del sueño puede ser un factor que contribuya al insomnio. El análisis de los resultados confirma que existe una relación “de ida y vuelta” entre la cefalea tensional y el insomnio.
Los autores del trabajo señalan la importancia de realizar otros estudios sobre este tema, especialmente en personas que simultáneamente presentan cefaleas y trastornos del sueño.
No es necesario esperar a que esos estudios se completen para tener en cuenta un par de consejos: el primero sería el de evitar el estrés, que sin dudas es un desencadenante de ambos tipos de problemas, y el segundo es destacar la conveniencia de consultar al médico ante la reiteración de cefaleas, trastornos del sueño, o ambos trastornos simultáneamente.
viernes, 20 de noviembre de 2009
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